134. MAL MENOR
Desea que él desaparezca. Perderlo de vista. Y ser libre para decidir su propia vida.
Pero sabe que de nada le serviría esconderse, replegarse en una esquina y descansar de su constante vigilancia, de su poder y de sus deseos.
Y es consciente que si la abandona, si se cansa de ella, si por desgracia él muere, su existencia quedará también truncada.
Así que se resigna a ponerse de nuevo en sus manos, vivir lo que él le deparé y seguir siendo la sufrida protagonista de la historia en ciernes del escritor.
About Post Author
Juro por ENTC que el acento de deparé no es mío. O el escritor dormitaba o la prota se vengó.¡ Bien por ella ¡
Hola, Antonia.
La teoría del mal menor, la disimulatio o tolerancia: soportar un mal para evitar otro mayor. Ser, no queriendo ser lo que se es, o no ser nada. La protagonista, el personaje, ha decidido ser lo que quiera el escritor, abandonarse a sus manos, a sus dictados, a su teclado. A su imaginación. Lo escribes indirectamente, pero al fin todo se entiende. Me gusta mucho tu texto. Creo que es un gran ejercicio el que has ejecutado. Y de paso fusilado, finiquitado el acento sobrante. Un beso grande.
GRacias, Martín. Que bien comentas, hasta parece importante mi texto.La verdad es que se hace lo que se puede, pero me gusta que te guste.Y que ayudes a liquidar acentos, este se lo merecía, por intruso.
Otro beso.
Los personajes tienen que asumir que el precio de la inmortalidad es que sus vidas no les pertenecen. Deben compartir su mundo con el autor y el lector. Muy buen relato, Antonio. Abrazos y suerte.
Perdón, quise decir Antonia, ja, ja, ja.
Gracias ,Salvador.¿Qué haríamos sin personajes? Ellos nos dan todo, así que dependemos de ellos tanto como ellos de nosotros. Ese error en el nombre, amén de que no tiene importancia, es que también el teclado juega a crear.
Un abrazo y mucha suerte para ti, en todos tus retos.
Antonia, debía resignarse si quería ser la protagonista. Ese final abierto da para mucho. Suerte y saludos
Sí, no le queda otra. Que andan por ahí otros personajes al acecho esperando ascender. Gracias, Calamanda, y un abrazo.