DIC04. DEMANDA, de Eva García Martín
Rojo. Blanco. Dorado.
Abrí los ojos, pero vi todo negro.
Campanillas, villancicos…
Mis oídos solo captaban un pitido extraño. ¿Dónde demonios estaba?
Traté de girar la cabeza sin éxito. Mis brazos tampoco respondían. Intenté gritar, pero mi boca estaba llena de… ¿algodón?
“No tengas miedo”, me dije asustado.
El olfato no me fallaba: Olía a beso de papá cuando llegaba tarde a casa y mamá se enfadaba.
Traté de recordar que había pasado aquel día: Los deberes, el muñeco de nieve, la tele, la carta… ¡el centro comercial!
Aliviado, comencé a escuchar un murmullo de voces que se iban transformando en gritos. Y villancicos de fondo: Menos mal, no estaba muerto.
De repente se hizo la luz, se despejó mi boca y pude moverme. Parpadeé confuso: Blanco… rojo… y la campanilla dorada incrustada en mi frente.
– ¡Que vergüenza! ¡Es indignante!- exclamaba mi madre- ¡Dani, Dani! ¡Hijo! ¿Estás bien?
Empecé a llorar. Mi carta era para los Reyes Magos, pero ella se había empeñado en que se la diera a aquel antipático tipo gordo y tambaleante: Habían hecho falta cuatro duendes verdes para quitármelo de encima.
Sorprendentemente, aquel año, por fin me trajeron todo lo que había pedido…y mucho más.
Primero me he asustado, luego me he reído. Muy gracioso y bien ambientado. genial lo de la campanilla y los duendes verdes.
O sea ya lo sabemos Papa Noel son…..
Felicidades de colores. Un abrazo.
¿Lo sabemos, Antonia? ¿era… o no era? ¿quién puso la demanda contra quien? ¿cuanto más le trajeron a Dani los reyes? ¿Y…por qué?
Cuando llegaban estas fechas mi hija nunca quería ir al Corte Inglés ¿adivinas qué campanilla la aterrorizaba?
Felicidades chispeantes a ti. Otro.
Fíjate que como cada uno lee a su manera, para mí quedaba claro que papa Noel, era su padre, y que debido a lo mal que lo hizo, no tuvo más remedio que ser muy generoso. Ya veo que hay otra lectura, posiblemente más interesante y que da a tu relato más valor, pero lo que sí es cierto es que disfruté un montón con las imágenes de la campanilla y los duendes verdes.Las lágrimas se me saltaron y no de pena.
Abrazos sin trampa ni algodón. 🙂
Pobre Dani que angustia, menos mal que al final tiene su recompensa, me ha gustado. Suerte. Nuria.
Empezó estando casi en coma, pero después me dio penita y alivié su estado, jajajaja. Gracias Nuria, Suerte a ti también
Muy divertido y bien llevado. Estas cosas modernas de los Papás Noel uno nunca sabe qué pueden traer. Con los Reyes Magos uno ya sabe a qué atenerse, todos sabemos que van con camellos 🙂
Si, yo siempre sospeché de los camellos, tan jorobados ellos ;o) Gracias Ana por tu comentario.
Le está bien empleado al papá noel ese!! Con lo majos que son los reyes majos, y mucho más elegantes, ande va a parar!! Que son reyes, vamos. Pa esto es pa lo único que soy monárquica, así que a tope con Dani.
Seguro que escondía la petaca entre tanta barba blanca y la vaciaba a ritmo de campana ¡Que poco glamour! nada que ver con sus majestades de Oriente…
Muy simpático Eva, pero yo siempre he tenido respeto por las máscaras que no dejan ver parte del rostro.
Para mi Piolín y los de Eurodisney lo peor de lo peor.
Un beso y suerte
Te confesaré que yo nunca he llevado a mi hija a ese tipo de parques…tampoco le vi nunca la gracia a los muñecotes esos. Y de los payasos pintados ya ni te cuento…Otro beso a ti
Eva, las percepciones de los niños son únicas. Un saludo, suerte y felices fiestas.
A los niños y a los animales es difícil engañarles. Un saludo y gracias por tu comentario. Feliz Navidad.
Muy conseguido el estado de shock inicial, es convincente. El resto es simpático e inesperado. Bien escrito. Dejas abierta la posibilidad de que el Papá Noel sea el padre y todo corresponda a un montaje para demandar al centro comercial.
Agradezco mucho tu comentario, Ximens. En realidad si no era el padre, esa demanda caía fijo, si lo era, lo del montaje me gusta (no se me había ocurrido) y también cabe la posibilidad de que la demanda fuera de divorcio…. Felices fiestas.
Eva, yo que creía a Papa Noel Hasta los 16 años. Soy un mentiroso todavía lo estoy creyendo. Me gusta mucho el final. Te deseo mucha suerte, Sotirios.
hay que creer en algo, Sotirios, cada uno en lo que le pida el alma. La magia existe, o la propiciamos nosotros, el nombre que se le de a su intermediario es una cuestión personal.
A mi me ha giustado tu visita al Sendero del Agua. Quizá tu puedas contarnos quienes son esas personas que se ven reflejadas en la bola de Navidad dorada con la que JAMS nos ha decorado el blog. Mucha suerte a ti también y un beso
Claro que puedo. Déjame mirar, muy fácil sé quienes son. La bola simboliza el planeta tierra. Y PUEDO VER CERCA DE 7.000.OOO.OOO. Por desgracia no tengo tiempo si no, los nombraría uno por uno. Un fuerte abrazo y felices fiestas, Sotirios.
Ja,ja,ja, ¡Buena respuesta! Aquí cabe todo el mundo y en estas fechas que se acercan la hospitalidad es fundamental, incluso con la familia ;o)Felices fiestas a ti también y otro abrazo de esos.
(Increíble, ayer mismo me negaba a empezar a comprar turrón y hoy me estais haciendo felicitar la Navidad…)
Eva, yo no solo no me he negado a comer turrón, ¡me he zampado una tableta!
Y ahora a lo que vamos 😉
Me he reído con tu relato, es muy divertido y ocurrente. Yo, como el niño, soy fan de los Reyes Magos…, y de el rosco.
Besos y felices fiestas.
Pero si empezamos a zamparnos tabletas desde ya ¡acabaremos como el Papa noel ése! ¡Ni cuatro duendes verdes podrán levantarnos!
Me alegra que te hayas reído, no he hecho muchos pinitos en el campo del humor, soy más trágedias…
Gracias y ¡contente por dios! que aún queda casi un mes para ponerse morao 8el que se lo pueda permitir….)
Besos y a dsfrutar
Sí, es terrible jajaja
Tenía pensado salir a correr con el perro; pero al muy vago no hay quien lo levante del sillón.
Intentaré contenerme 😉
Bah, bah, eso es porque no le llevarás a sitios divertidos….;o)
¡Shhhh!No se lo digas a nadie: hoy he comprado mazapan…
¡Qué desconcierto me abrigó al principio, Eva! Pero cómo sonreí al final.
Me gustó mucho tu relato. Y «habían hecho falta cuatro duendes verdes para quitármelo de encima» ensanchó aún más la sonrisa.
Gracias por compartir este relato con nosotros, conmigo.
Mucha suerte.
Un abrazo.
Gracias a ti por leerlo y comentarlo, Caro, y por tus amables palabras. Que sean dos (los abrazos) para tí.
Entretenido y simpático relato, he disfrutado, gracias Eva.
Gracias a ti por tus palabras , Ramón. Un beso
Leyendo el título y empezando a leer parece que va a pasar algo terrible… pero hay un giro divertido y tiene varias posibles interpretaciones, a mi me gusta la del montaje para sablear al centro comercial, me he reido, gracias.
Si te has reído, María, objetivo cumplido. Participando en otro concurso me quedé con la copla de que cuanto más hiciera pensar un micro al lector mejor. Los míos solian ser de fácil interpretación… pero es divertido experimentar. Gracias a ti por comentar,,,y por reirte. Un beso,
Muy divertido y simpático, Eva, e inspirado de la vida moderna con sus nuevos costumbres que tenden matar las tradiciones.
Un abrazo y Felices fiestas.
Gracias Nicoleta. Lo de las nuevas y viejas costumbres pasando por los intereses de las multinacionales y otros poderes fácicos en instaurarlas o restaurarlas es miga para otro pan. Felices fiestas , un beso y gracias por tu comentario
Me ha gustado la ambientación que le has dado al relato. Ese Papa Noel gordo tanto como generoso, no se olvida después de todo.
Gracias por tu comentario A. del Rincón. Creo que el pobre Dani lo ha visto demasiado de cerca para olvidarlo, si ;o)
Desde la angustia del inicio hasta el «desagradable alivio» final, he leído el relato como si fuera cuesta abajo, o sea, cogiendo velocidad por las letras. Dicho de otro modo, cuando empiezas a leerlo, tienes la necesidad imperativa de llegar al final, para poder al fin, respirar tranquilo. Gran relato.
J. Ariza. Desde Córdoba, con la boca llena de algodón.
Gracias por tus palabras, Javier. Acabo de leer tu relato, confieso que carezco de tiempo para leerlos todos y a veces lo hago a saltos, el tuyo me lo había saltado. Creo que tu niño y mi Dani tienen cosas en común, jajaja, me ha gustado la sencillez con que plasmas algo que quizá muchos niños pensarían y harían si no fuera por la duda sobre la posibilidad de que sea cierto y/o el miedo a quedarse sin nada. Yo recuerdo que lo que más me sorprendió de todo fue que mi madre, eterna abogada de la verdad, hubiera sido capaz de mantener tremenda mentira durante años.
Espero que ese algodón sea dulce y te deje buen sabor de boca, como tu comentario me lo ha dejado a mi.
Al principio, cuando me tenías asustadísima, ya pensaba que el relato era bueno; cuando además me le has sacado del ataúd donde yo le había ubicado, todavía me ha parecido mejor.
Felicidades.
Un abrazo grande, y un Felices Fiestas.
Gracias Paloma, no me parecía apropiado matar a un niño en estas fechas…bastante realidad de esa, por desgracia, tenemos en el mundo… Las Navidades, gusten o no, deberían ser tiempos felices, pero exactamente igual que los veranos, las primaveras, los otoños y los 365 días del año. Felices fiestas y un besote.
Divertido y bullicioso como la Navidad (después de dos puntos van minúsculas, Eva. Para la próxima) Suerte.
Hola Julio. Te agradezco de corazón tu puntualización y corrección. Siempre dudo en el último momento si limitarme al punto y seguido o caer en la tentación de los dos puntos o el punto y coma. Los pongo, los quito, los vuelvo a poner y después ya hasta dudo de la mayúscula. Creo que gracias a ti prestaré más atención a esto . Gracias por pasarte por aquí.
Leído el título después, completa bastante el relato. Gracioso y buena la intriga del principio. Feliz año.
Buen juego literario trajicómico.
Feliz año EVA.
No seguiremos leyendo.