SEP96. MANZANAS, de Mar Horno García
Siempre me gusta tender la colada al atardecer en la cuerda que hay entre los dos manzanos del huerto. Así, no se ahorca, como decía mi madre, que no soportaba que las sábanas le quedaran tiesas como muertos cuando el sol las achicharraba. Después me siento en la mecedora del porche y espero a que él asome por el sendero, con su andar lento, tras acabar su jornada. Cuando me ve, levanta la mano a modo de saludo, y, yo, siento entonces que las entrañas se me hacen espuma. Hoy no subirá por el camino, como todos los días, pero de todas formas me he sentado a observar con deleite su ropa recién lavada ondear al viento: su camisa, sus pantalones, sus calcetines, su pañuelo, él… ¡Lo que me ha costado colgarlo! Lo veo balancearse, ya sin gracia, y me parece que está a punto de caer de un momento a otro, como fruta madura, aunque algo podrido. No como las manzanas de la cesta que, desde hacía unas semanas, le llevaba a la Encarna cuando se iba trabajar un poco más temprano que de costumbre.
¿Lo tendió vestido? ¿Lavó la ropa antes o después? Quizás debió ahorrarse ese trabajo.
Ahora, fuera de bromas ,buena historia y magistralmente narrada y «preciosa la frase «las entrañas se me hacen espuma».
También muy bien descrito el entorno.
Felicidades.
Antonia, lo tendió como le cogió la venganza, no sé si vestido o desnudo, pero la colada que ondeaba al viento podía ser de otro día, que a ella le encantaba todo lo suyo, claro, hasta lo de las manzanas. Un abrazo.
Qué te voy a decir…Pues sólo una cosa. Enhorabuena. Bueno dos, estupendo.
Un abrazo Mar.
Paloma Hidalgo
Muchas gracias Paloma, un halago tuyo siempre es un lujo. Un beso.
Muy bien ambientado. Un ritmo perfectamente conseguido: ascendente para reflejar la rabia final, contrastando con el sosiego del porche, la mecedora y la contemplación.
Curioso desenlace que sorprende y dibuja una sonrisa maliciosa y compartida con la protagonista femenina (qué es eso de llevarle manzanas a la Encarna 🙂
Un beso grande, Mar.
Amparo Martínez Alonso
Petras, hay grandes amores que no soportan las traiciones. Y lo tranquila que se queda la muchacha, muerto pero suyo. Un beso.
Nada que me estrañe viniendo de ti Mar. Un relato como dice Petra con un buen ritmo,tan bien contado que te imaginas la escena sin mucho esfuerzo y el final … sorpendente. ¿ Que tendrán las manzanas que nos conducen al pecado? Muy bonito Mar. Suerte aunque no la necesitas
Las manzanas son muy simbólicas y ETC nos lo ha puesto a huevo este mes. Muchas gracias por comentar Begoña. Buscaré tu relato para saber que nos depara septiembre. Un beso.
Brillante, como siempre.
Tú que me miras con demasiados buenos ojos. Un besazo Yolanda.
Mar, un relato campestre de lo más agradecido, aunque con un trasfondo que da que pensar, que a pesar de la amabilidad y la sencillez de la narración, que algo muy dantesco ha ocurrido. Y es que en los pueblos suelen ocurrir actos que en ciudad ni han visto ni verán, un hombre colgar de un tendedero por ejemplo.
Como siempre me ha encantado leer un relato tuyo, eres garantía de buena letra.
¡Mucha suerte para el concurso!
Un abrazo fuerte.
Hola Nicolás, a veces, las cosas más terribles se hacen con la tranquilidad más pasmosa del mundo. Yo me he quedado anonanada con tus en 140 de esta semana. SE ve que el amor te inspira mucho. Un abrazo.
Es magnifico tu relato amiga Mar,
Siempre tienes el don de la oportunidad en tus narraciones y ésta la has bordado entre la ropa tendida…
Un poco más abajo estoy yo, encantada de estar cerca de ti por si se me pega, alguna letra tan bien escrita…
Besicos, me alegro de leerte
Te voy a visitar ahora mismo amiga Cabopá ¿Qué tal el verano?. Seguro que sembraste y ahora tendrás magnífica cosecha. Un beso.
espectacular final- imaginaba que se yo.. hasta lo mate al infeliz- me gusto mucho felicitaciones
Teresita, muchas gracias por acercarte a comentar. Un beso.
Me ha gustado mucho la tranquilidad con la que tu personaje mira al muerto colgado entre la ropa tendida.
Besos desde el aire
La tranquiliad de los asesinos es pasmosa. Besitos desde los olivos. Un beso
Lo has dejado muy bien colgado, vestido y todo para el último viaje.
Me gustó la originalidad y los detalles.
Triple de besos.
Tú, ese maravilloso nogal, yo el manzano. Los árboles al poder. Un beso casi otoño.
Mar, me encantan tus relatos. Siempre tienen un toque espeluznante. Lo bello y lo siniestro de la mano.
¡Eres grande!
Paloma, es que es mi género favorito. Un beso.
Otra obra maestra. Cómo te gustan las horcas y los bichos!
Pensaré en tí siempre que tome manzanas al Horno.
Saludos
Buen comentario, en en sí mismo casi un hiperbreve. Un abrazo.
Estupendo relato Mar, a pesar de la situación contada no he podido evitar que se me escapase una sonrisa al final, es que has pintado la escena tan bien, que la he ido viendo sobre la marcha, y toda esa colada tan bien lavada y tendida en contraste con él un poco podrido me ha parecido de película.
Saludos,
Yashira, es que a pesar de lo dramático, es casi cómico, la verdad. Un beso y gracias por comentar.
Ese arranque soberbio resulta premonitorio, y en él aparecen ya todas las claves del relato, que a lo largo de éste se van desentrañando. A su fin, todo termina encajando. Muy bueno.
Un abrazo, Mar.
Hola Joaquín, ¿qué tal después de tu labor de jurado? Agotadito supongo. Lo que me inspiró todo el relato está en las primeras frases. En mi pueblo nadie quiere secar la ropa a pleno sol porque dicen que se ahorca, que se quedan tiesas. El día 28 estaré en Barcelona, en Barberà del Valles recogiendo el premio de La Microbiblioteca. Por si te quieres acercar. Un abrazo muy fuerte.
Ya me hubiera gustado, ya, poder asistir a los de Lamicrobiblioteca… pero las tardes de los viernes las tengo siempre ocupadas («deberes paternos»). Está muy bien esa iniciativa, confío que tenga continuidad.
Lo de ejercer de jurado fue una experiencia más interesante que dura. La recomiendo por las razones que intenté exponer, mal que bien, en un post que Juan nos pidió que preparásemos (también a Paloma, la otra «afortunada»).
Un abrazo, Mar. Y que disfrutes de tu estancia, este mes, en esta tierra.
Genial, una tarde serena para un momento decisivo.
Besos
Hola virgi, la verdad es que dan ganas de estar sentada en esa mecedora, pero sin las vistas claro, de la colada. Un beso.
Me encantan tus relatos son realmentes sorprendendentes eres muy muy buena. Hay en este blog unos niveles…
Qué dificil nos lo poneis a los que queremos escribir algo interesante!.
Saludos
Maricarmen, todos los que aquí ponen su granito de arena cada mes merecen el mayor de los respetos. Nadie escribe mejor que nadie, para gustos, colores. De todos hay que destacar algo excepcional. Un beso.
Un relato que cuenta mucho y bien, enhorabuena.
Muchas gracias Jorge, te agradezco mucho que te acerques a comentar a mi humilde relato. Un abrazo.
Otra de tus genialidades, Mar. Las manzanas, por tradición, oscilan entre la tentación del amor y el odio envenenado. Siempre en uno y otro extremo, como esos dos manzanos de los que cuelga la cuerda de la ropa…y el muerto.
Un abrazo.
Las manzanas, las dichosas manzanas. Desde el principio de la humanidad, amargándonos la conciencia, con lo buenas que están… Un beso Sara.
Mar, había demasiadas manzanas tentando por ahí. Suerte.
Calamanda, que algunos hombres no saben alegar las tentaciones y algunas mujeres no aguantan que le roben las manzanas, un abrazo.
Buen relato Mar, una historia de amor y celos. Al final acaba ahorcando en el tendedor, como hacía de niña y no solo la ropa. Un beso, Mar y mucha suerte
Puri, los trapos sucios se lavan en casita, ja, ja. Un beso.
Hola Ana, pues la verdad es que no me acordaba de esa canción, por cierto, preciosa. En realidad es un amor parecido el que cuenta mi historia, un desamor, pero desde luego con un final más trágico. Gracias Ana por comentar, tus comentarios son la salsa de este concurso. Un beso.
Muy bueno Mar, pero cuando mi mujer me diga ¿algo que lavar?, salgo despepitao.
Un beso
Harás bien en salir corriendo, ¿tú has llevado manzanas a alguien? Que tú no eres de fiar. Un abrazo muy fuerte.
Qué bueno, Mar. Qué corrosivo ese final… Ya, desde tiempos remotos que las manzanas son un peligro.
También te echaba de menos aquí.
Un abrazo, grande. Grande tú. Bueno, y el abrazo.
Miguelángel, es que he estado dos meses, apartada de todo, aunque no me ha servido de mucho. Espero verte en la entrega de premios el 28 en La Microbibloteca. Un abrazo.
Muy bueno, Mar. Tiene ese toque de novela negra que imprimes en tus relatos. Ahora bien, yo hubiera colgado también a la Encadna. Uy perdón, Encarna…, es que acabo de llegar de comerme unos pinchos y ya sabes…, el liquido que acompaña je je;)
Un abrazo.
Inés, es verdad, pero todo se andará y aquí la cosa no ha acabado, que todavía hay colada por lavar. Un beso.
Mar, lo primero que leí tuyo fue aquella ‘Morriña’ que se llevó el segundo premio en tierras peñarandinas. Desde entonces te leo con avidez porque me encantan los frutos maduros de tu ingenio. ¡Que de problemas trajeron las manzanas al mundo! y dicen que por culpa de una como yo…
Enhorabuena y suerte
Eva, qué alegría me das. Cuando alguien se acuerda especialmente de un micro mío me emociona hasta que se me salta hasta una lagrimilla. «Morriña» fue muy especial para mí, me dio el impulso para seguir escribiendo y lo bien que me lo pasé en Peñaranda de Bracamonte, ni te cuento. Un beso muy, muy grande.
Bueno, he de confesar que ser finalista en aquel concurso también fue un acicate y un gran estímulo para mi. Por cierto, a Peñaranda voy casi todos los años, aunque vivo en tierras de ‘morriñas’ ;o)
Un beso a ti.
Eva, no sabías que eras la Eva de «El bedel», de Dónde lees tú. Maravilloso micro. Todos los seleccionados podían haber ganado, la verdad. Fue un concurso inolvidable, por lo menos, para mí. Un beso.
Me he quedado boquiabierta. Es magnífica la descripción del ambiente campestre sosegado e incluso hogareño, y la protagonista, tan atenta a las labores domésticas y a la llegada de su hombre, tan orgullosa del trabajo bien hecho…¡Qué tranquila se quedó, después de tender la colada!. Me ha encantado el final, cuando parece que la veo fruncir el ceño al recordar a la Encarna y la cesta de manzanas. Espero que le guardes algo a la susodicha en otro relato (no se va a ir de rositas, imagino). Enhorabuena y besos.
Mª Carmen, yo, cuanto más y más años cumplo, más me acerco a las mujeres y comprendo mejor sus debilidades, pero en este caso, la Encarna seguirá recibiendo manzanas, pero la de Blancanieves. Un beso.
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No se que hago con los comentarios. Los pongo, los borro… A ver si aprendo a usar esta herramienta en condiciones.
Pues te decía, querida Mar, que tu relato me parece radical, buenísimo, definitivo. Y que me ha gustado mucho, mucho.
Y que esta tarde he estado robando manzanas en un campo de la Ribera Navarra. Buenísimas. No son para Encarna, pero no se si ir a devolverlas!
Mar, qué quieres que te diga que ya no sepas. Tus relatos son siempre magníficos. Éste me ha recordado en el estilo a otra obra maestra tuya «Los suicidas». Eres una referencia en el género.
No te deseo suerte porque no te hace falta.
Un abrazo,
Mar, qué quieres que te diga que ya no sepas. Tus relatos son siempre magníficos. Éste me ha recordado en el estilo a otra obra maestra tuya «Los suicidas». Eres una referencia en el género.
No te deseo suerte porque no te hace falta.
Un abrazo,
Tus comentarios una salsa muy sabrosa. Y tus micros de los principales ingredientes del concurso. Con todo mi cariño. Un beso.
Mar, otro relato maravilloso. Me ha gustado mucho el tono natural de relato, y claro como todos los buenos micro relatos sorprendiendo al lector al final. Enhorabuena maestra, Sotirios.
Pobre hombre, ¿no se merecía una segunda oportunidad? Qué cosas…
Ahora en serio, Mar: muy bueno. Felicidades.
La venganza es un plato que se sirve frío… pasmosa la tranquilidad de colgarle y encima contemplarlo… Muy buen micro, que voy a decir!! coincido con comentarios anteriores sobre lo simbólico de la manzana y la tentación.
Respecto a la redacción en sí, tranquila, pausada, con final tan magistral. Sólo hay una cosa wue me extraña, asi que la voy a preguntar porque al leerlo me ha llamado la antención, la frase de «a modo de saludo, y, yo, siento entonces » con coma y coma es correcta? lo pregunto desde mi incultura que conste y quiero saber si esta bien. Gracias Mar.
Qué bueno. Me ha gustado mucho. Enhorabuena.
Buscando, buscando….¡te he encontrado! ¿dónde te has metido todo este tiempo Mar? …recuerda que tienes un premio este sábado 😉
Y ¡qué decir de tu historia tan bien llevada, con esas imágenes tan potentes del muerto podrido, de su ropa ondeando, de las manzanas de la discordia! …. me ha gustado un montón y seguiré leyendo a ver qué más frutas me he perdido en este mes.
Un abrazo desde el cariño, MAr.
Un buen micro, Mar, como siempre. Muy bien ambientado, con muy buen ritmo y con ese muerto colgado y podrido. Y aún así, un micro de impacto.
Besitos
Eres única, Mar. Muy bueno, como siempre.
Mucha suerte