45. Circularidad de los sueños
Nadie repara en aquel hombre sentado en la terraza de la cafetería que maneja el lápiz con movimientos suaves y precisos. Trazo a trazo reproduce hasta el último detalle de la vivienda abandonada que tiene enfrente. Pese a ello, solo es capaz de desterrar la sensación de que el dibujo está incompleto cuando añade una figura femenina, a la que su imaginación atribuye el hechizo de una sirena. Sin que nadie se percate, una mujer asoma por la ventana de la casa con la mirada puesta en los restos de esa antigua cafetería clausurada hace ya tiempo. Un anhelo imperioso le invita a cantar una oda al amante con el que fantasea. Su voz es de las que subyugan sin remedio. Cautivo de aquellas notas, aparece un artista con lápiz y papel en mano.
Nada de esto advierten los transeúntes que diariamente cruzan ese espacio entre la cafetería y el caserón. Como tantas otras cosas, pasan desapercibidos, transitando hacia destinos sin futuro, abarrotados de sueños que siempre acaban igual que empiezan.
Oh! Qué bueno. Desde el título a la frase final. Enhorabuena, Luís.
Un saludo.
¡Gracias Sara! Me alegro de que te haya gustado. Un saludo.
Muy, pero que muy bueno. Al podio.
Muchas gracias, Arantza. Cruzo los dedos para que tu comentario sea premonitorio 😉 Saludos!
Nunca un canto de sirenas había dado tan buenos frutos, haciendo que se encuentren mundos en momentos distintos. Me gustó mucho ese paralelismo y ese círculo que acaba encerrándolos juntos. Felicidades.
Gracias por tu comentario, Luisa. Me gusta que el relato te haya transmitido esas sensaciones. Un saludo!
Buenísimo. Un artista lo puede todo.
Abrazos
Claro que sí María, el arte es una forma de magia. Un abrazo.
Estoy gratamente sorprendida de cómo se puede contar una historia con tanta precisión, pero a la vez sin perder la magia y mantener esa intriga y querer seguir leyendo más.
Me quedé con ganas de saber qué ocurrió con ellas.
Enhorabuena.
Gracias, Sofía. También lo bonito de los microrrelatos es que el lector pueda participar y completar lo que no se dice.
Lluís, dos mundos paralelos separados por una calle y en medio transeúntes llenos de sueños, que empiezan donde terminan.
El relato en sí, me parece un sueño sin pasado, sin futuro, atemporal.
Muy buen relato. Enhorabuena y mucha suerte.
Besos apretados.
Gracias Pilar. Me gusta tu interpretación de que el relato es un sueño atemporal. Suerte también para ti, besos!
En unas de mis contadas visitas a ENTC, leí este relato. En su día no pude dejar un comentario. Lo hago ahora…para cerrar el círculo 😉
Enhorabuena, Lluís; tu relato es EXTRAORDINARIO.
Un afectuoso saludo y mucha suerte.
Nuria, creo que el círculo no estará completamente cerrado hasta que te dé mil gracias por tus comentarios tan halagadores. Un abrazo.
Qué bueno Lluís!!! Enhorabuena por el premio y por este pedazo de relato.
Abrzssss!!!
Gracias Juancho, un abrazo!!
Para variar, no he tenido tiempo de leerlo todo esta convocatoria y apenas de dejar comentarios, pero sí sé que de lo que leí este relato estaba en mis favoritos. Me alegro mucho de que haya llegado al podio. Felicidades y un saludo.
Me alegro de que te haya gustado, y te agradezco tus comentarios, Ana. Abrazos!