92 – RETO
Nunca he sentido más vértigo que el día que me dejé convencer para tirarme al agua. De cabeza, me dijeron. Sin miedo.
Es lo que tiene lanzarse al mar sin saber nadar. El esfuerzo ridículo de las primeras brazadas sin control, el cursillo acelerado a base de ahogadillas, el orgullo de remontar una ola que creía insalvable para descubrir que detrás viene otra aún mayor.
La angustia de hundirme hasta casi tocar fondo. El terror de sentir los pulmones llenarse hasta el límite y escupir lágrimas cargadas de salitre. Reunir el coraje para salir a flote, coger una bocanada de aire que me permita resistir un poco más.
Aún sigo en el agua, haciendo piruetas imposibles en la rompiente. Esperando a que alguien se asome a este embarcadero, aprovechar para subir a tierra firme y secar al sol el reguero de las tormentas sobre mi piel.
Planeando cómo ganarme su confianza, inyectarle el gusanillo del desafío y, en un descuido, darle el empujoncito que necesita para tomar el relevo.
La llamada del mar es muy peligrosa. No hay que dejarse convencer. La angustia de ahogarse está muy bien descrita en el micro, siente una (literalmente) que no puede respirar y el el agua te entra por dentro y te inundada. El final, de los que me gustan, de leyenda. Un beso.
Hay retos en la vida que atraen más que el mar. Una vez que los dominas y desaparece la atracción de la novedad es difícil encontrar la fuerza y el momento oportuno pasar el testigo a otra persona
Muchas gracias por tu comentario, Mar. Me alegro de que te haya gustado. Un beso.
Angustioso e inquietante relato que temo que vaya de lo que imagino y ahí se queda rondando por la cabeza… como debe ser.
Enhorabuena y suerte!
Bessosss
Gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya causado esas sensaciones, justo las que quería trasmitir. Hay que saber reconocer cuándo toca salir del agua y que otra persona ocupe tu lugar.
Un besote.
Asun, la fuerza del mar en tus palabras y tu cuento lleva a recordar sensaciones pasadas; estan muy bien descritas. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda.
Un abrazo.
Hola, Asun.
Me gustan las sensaciones que me has transmitido con palabras. La angustia del que se sabe ahogado, la sal, las brazadas por intentar salir.
Gran micro, sí señora.
Un abrazo y que la suerte te acompañe.
A mí me gusta tu comentario, gran Towanda. Feliz de que te haya gustado.
Un beso.