15. Infancia de un genio (Ginette Gilart)
Otra reprimenda se ha llevado Pablito, ha manchado la sábana tendida al sol con sus manos llenas de barro dibujando no sé sabe qué.
No lo puede evitar cuando ve un lienzo blanco a su alcance algo le empuja a rellenarlo.
—En lugar de tantas regañinas no será mejor apuntarle a un taller de pintura —aconseja la abuela.
Las biografías cuentan a grandes rasgos lo que se considera esencial, sin entrar en detalles, con lo importantes que son. No sería de extrañar que Picasso comenzase así, con lo que tendría que agradecerle mucho a su abuela, él y el mundo que recibió su legado.
Un abrazo de verano, Ginette
Muchas gracias, Ángel, por comentar. Un abrazo de vuelta y buen verano.
Me encantó el discurso de la abuela.
Me alegro. Gracias por comentar. Un saludo.
Mejor consejo no pudo dar esa abuela… ¡Y hay que ver a quién se lo estaba dando!
Genial, GINETTE (y no, no es azaroso el adjetivo… ?)
Me encantó.
Cariños,
Mariángeles
Las abuelas son muy sabias. Gracias por leerme y comentar.
Un abrazo, Mariángeles.
Se le nota la vocación desde pequeño. Suerte.
Besicos muchos.