106. SÍNDROME DE CENICIENTA
Yo de mayor quería ser princesa pero mi madrastra se encargó de fulminar mi sueño destrozando mi carroza y convirtiéndola para siempre en calabaza. Nunca aceptó que yo calzara zapatitos de cristal en vez de botas de fútbol ni que suspirara con la llegada de un príncipe azul de película en vez de meterle mano a las chicas en las sesiones continuas del cine de los domingos. La memoria de mi padre fue la moneda de cambio para que entrara a trabajar en el Banco, me casara con Paquita y tuviera dos críos, pero mi mujer no soportó que mirara con más pasión a su hermano que a ella y me abandonó. Sigo buscando mi príncipe azul por las esquinas, cuando nadie me ve, porque yo de mayor quería ser princesa…
Esperanza, difícil lucha entre su vida y sus sueños. Bien contada. Suerte y saludos