29. INSEPARABLES (Pilar Alejos)
En el vagón del tren se acuna el silencio mecido por su vaivén. Los últimos rayos de sol atardecen tras la ventanilla. Han comenzado el día con un madrugón, al que ya no están acostumbrados, tras pasar una noche agotadora por la emoción del viaje. Se dirigen a revivir su luna de miel en su cincuenta aniversario. Imaginan que esos lugares habrán cambiado con los años, como su amor. Ahora es más tranquilo, menos apasionado, pero mucho más grande y tierno.
A todos los pasajeros se les ve ensimismados en sus asientos, aislados en su burbuja de soledad, salvo a ellos. Permanecen adormecidos en su abrazo. Encajan a la perfección en su ternura. Ella recostada sobre su cuerpo. Él la rodea con sus brazos protectores entrelazando las manos. Sus cabezas reposan, la una sobre la otra, unidas por un mismo sueño. Suspiran a la vez, como si sus corazones latieran al compás tras toda una vida juntos.
Ajenos a lo que ocurre a su alrededor, no reparan en aquella mochila negra que alguien ha ocultado bajo sus pies. En su interior el tiempo parpadea mientras, de manera inexorable, avanza la cuenta atrás.
Inseparables a lo largo de su vida, como también al final, en esa cuenta atrás inexorable y última a la que todos llegaremos aunque no conozcamos el lugar, la fecha ni la hora. Un final triste, sin duda, pero que no borra, sino que remarca, la trayectoria envidiable y compartida de los dos personajes, que casi son uno solo.
Un final que detiene una realidad, al tiempo que, de alguna forma, también la eterniza, con frases bien trabadas, como ese tiempo que parpadea, en alusión al reloj asociado al explosivo, dentro de la bolsa.
Un abrazo y suerte, Pilar
Ángel, como muy bien dices, han tenido una vida tan hermosa juntos que nada ha podido separarlos. A pesar de todo, han sido muy felices hasta el final.
Muchas gracias por detenerte a leerme y dejarme tu amable comentario.
Besos muy apretados, amigo.
Pilar, un relato excelente. En los dos primeros párrafos, que están llenos de ternura, nos cuentas con delicadeza ese viaje de los protagonistas, que tal como ha dicho Ángel en su comentario, son solo uno. Y como muy bien tú tItulas, «INSEPARABLES». Pero ese último párrafo nos muestras que su final está cerca y que ese reloj con su cuenta atrás marca su destino.
Me encanta esta frase:»Sus cabezas reposan, la una sobre la otra, unidas por un mismo sueño», en ella resumes perfectamente esa unión que tienen y que ha ido creciendo a lo largo de su vida.
Muy bueno este relato, Pilar, te deseo muchísima suerte.
Muchos besos.
Javier, es tan difícil explicar un amor tan grande y tan bello como el de los protagonistas que el destino los ha unido hasta el final. Han vivido un mismo sueño y han latido bajo la misma piel. Nada ha podido separarlos.
Mil gracias por tus hermosas palabras.
Besos muy muy apretados.
Sorprendente y doloroso final para un bello micro.
Felicidades
Tienes razón, Luisa. A veces, la vida cambia en un segundo y te lo arrebata todo. Al menos, han sido felices hasta el final.
Besos apretados.
Tras una hermosa historia de amor -cincuenta años juntos, soñando el mismo sueño y latiendo al mismo compas- a esta pareja les aguarda un trágico destino en ese parpadear del tiempo que se agota.
Muy bien contado, Pilar. Besos y suerte.
Hay amores infinitos que, a veces el destino los hace eternos.
Muchas gracias por tus bellas palabras, Carmen.
Besos muy apretados, amiga.
Bueno, por lo menos ellos han sido felices ya juzgar por ese tic tac cercano, también van a abandonar la vida abrazados. Es un final feliz al fin y al cabo.
Mucha suerte Pilar. Besos desde Andalucía.
Mercedes, el destino ha querido que su amor sea eterno.
¡Muchas gracias por tus palabras!
Besos apretados desde Valencia.
Hola, Pilar.
Cuando la barbarie rompe los sueños y los proyectos en común…
Me ha puesto los pelos de punta recordando esos trenes que nos llenaron de desaliento. Cuánto dolor destila tu texto.
Enhorabuena, bonita.
Un abrazo inmenso y suertísima.
Cuando la locura vence a la razón arrasa truncando la vida de inocentes.
¡Muchas gracias, mi preciosa Towanda por tus palabras.
Besos muy apretados.
PILAR, nos llevas placidamente por tu bella historia hasta desencadenar en este trágico final. Suerte y saludos
A veces, la calma precede a la tormenta sin dejarnos ni respirar. La sinrazón destruye todo lo que toca.
¡Muchas gracias, Calamanda!
Besos apretados.
Me gusto tu relato. Duro como son muchas cosas de la vida.
Abrazos otoñales.