96. A través de la ventanilla (Jerónimo Hernández de Castro)
De todos los rectángulos de cristal del convoy, tan solo uno tiene luz. Es improbable que puedan descubrirle en medio de la nieve, donde la corteza blanca de los abedules impide ver el bosque. A diferencia de los otros, su vista se ha agudizado en un entorno tan hostil y juraría que la pareja de mediana edad es la única pasajera del compartimento. Aventura que el varón se ha dormido plácidamente sobre el hombro de la mujer, que mira por la ventana sin verle, aunque no pueda asegurar si el reflejo metálico intermitente es de un reloj de pulsera o de un arma automática.
Y no hay tiempo para más. El tren será pronto devorado por las fauces protectoras de un túnel y ahora dispone de un blanco fácil para un tirador de élite como él, con el maximo rendimiento por el precio de dos balas.
Jero, muy bien contada esta singular historia. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda! Igualmente! Me alegra mucho que te haya gustado. Abrazo