NOV98. EL PRESTIDIGITADOR DE PALABRAS, de Luis Miguel Morales Peinado
No recuerdo la primera frase que me regaló. En la universidad, si teníamos una cita a la vista, le buscábamos y nos solucionaba la papeleta; él no nos pedía nada a cambio, simplemente disfrutaba con nuestra cara de sorpresa y nuestra egoísta satisfacción. Acabé la carrera y no le volví a ver hasta la otra noche, en la feria. Reconocí su cara en la figura de cartón que sostenía con su mano una enorme chistera. Sobre la puerta de la carpa un rótulo me decía: EL PRESTIDIGITADOR DE PALABRAS.
Compré una entrada y me acomodé en la tercera fila. A la vez que las luces se apagaban, comenzaron a redoblar los tambores. De su sombrero de copa sacó una ce, después una a, una be, una i griega, una ele y, por último, una u. Jugó con ellas un instante y me las envió entretejiendo esbozos con el aire. Me reconoció, estoy seguro. Terminó el espectáculo y volví a mezclarme entre la gente y las casetas. Aquella chica tenía una mirada… Usé la palabra con ella y pasamos toda la noche juntos. Guardé las letras en mi cartera.
Esta tarde he quedado con Alicia; siempre me dio calabazas. Hasta hoy.
Vaya ¡cabylu!, aunque a mí, no me habría hecho mucha falta, je je no hubiera estado mal tenerla, por si acaso.
Me gusta Luís, ese «hasta hoy» es como si a partir de él empezara de verdad la historia, muy agudo.
Un abrazo, maestro.
Ja, ja, ja. Bien, me encanta saber que no la necesitaste… Parece ser que el mío, ya no. Se le ve muy convencido.
Oye, que tu despedida me ha sacado los colores…
¡Besazos y gracias!
A los hechos me remito. He vuelto a pasear por tu blog, lo de maestro, se te queda corto…
Más «colorao»… 😉
Luis Miguel, la magia de la palabra dará comienzo a una historia esperemos que fascinante. Me ha gustado mucho, magia y fantasia.
Un beso también para ti.
María Elena
Gracias, María Elena. La magia de los micros siempre es fascinante… Y mi prestidigitador seguro que ha bordado el conjuro de sus letras.
¡Bsos!
Bonita historia de magia.
Me tiene intrigada la palabra que sacó con C,A,B,Y,L,U.
Un saludo.
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Y a mí… 😉
Gracias, Blanca, por pasarte por mi feria y un beso.
Creo que tu relato tiene una magia especial, sin pretender hacer un mal juego de palabras. Me gusta cómo es ese prestidigitador y las palabras que se saca de su chistera para que nosotros podamos completar el relato. Yo también me lo guardo en la cartera, por si me sirve para otra ocasión.
Suerte y saludos.
Cabylu, Luís Miguel, cabylu y ya verás! Me ha gustado tu relato… estaba harto de conejitos blancos! 😉
Un saludo!
La magia de las palabras, en manos del prestidigitador. Original argumento y dulce palabra «cabylu». Suerte.
Gracias a Rafa, Miguel Ángel y Anna por vuestros comentarios y perdonadme que no haya venido antes a dároslas… Por desgracia, de mi chistera no puedo sacar más minutos…
Besos y abrazos.