98. PUNTUALIDAD CASI BRITÁNICA (Yoya M. Alonso)
El atardecer en llamas y una bandada de estridentes gaviotas orbitando sobre el acantilado. Eso es lo último que veo mientras salto al vacío.Desde esta cama de hospital maldigo esa suerte que tuve cuando aquel inesperado pescador dio la voz de alarma. Deberían dejarse ir a la gente, cuando así lo decide. A un suicida no se le debe salvar. Tiene siempre una cita, y la mía era contigo. Espérame amor, siempre fuiste una mujer paciente y yo, un hombre de palabra. Oigo un fuerte pitido y abro los ojos; se me tiñen de un rojo oscuro que se me antoja la antesala del infierno…pero no, procede de una bolsa de sangre que pende de un soporte junto a la cama. Algo va mal. Las enfermeras murmuran nerviosas lo que no logro escuchar. Por un momento salgo de mi cuerpo y observo que sonrío. Hoy serían nuestras bodas de oro. Creo que, a pesar de todo, llegaré a tiempo.
Con la cantidad de accidentes inesperados e indeseados que tienen lugar a diario, resulta una curiosa paradoja que alguien tenga deseos de abandonar este mundo y no sea capaz. Algunas personas, con la mejor intención y el deseo sincero de hacer un bien, se entrometen sin querer y causan el efecto contrario. Por suerte, tu protagonista solo ha sufrido un pequeño retraso, aunque doloroso y aparatoso, pero finalmente podrá llegar a tiempo para su cita en el más allá en una fecha muy especial. La puntualidad ante todo.
Un relato de fino humor negro.
Un abrazo, Yoya. Suerte
Muchas gracias por tu comentario,Ángel.
Un abrazo también para ti.
Coincido con Ángel. Un relato de fino humor negro pero a mí me provoca muchísima ternura. Hay citas a las que hay que acudir pase lo que pase.
Felicidades y suerte
Me encanta que le pillases la dosis de ternura que le puse. Muchas gracias y un besazo amiga.
Me encanta mucho tu relato Yoya. Me parece que está muy bien hilado y el final,tierno y conmovedor. Muy bueno.
Mucha suerte ?
Me alegra que te guste Sandra, muchas gracias amiga.
Besitos??