MAY61. PERO NO LE CONQUISTÉ CON FLORES, de Anais Moutsanas Carela
—¡Esta noche te lías con Dicaprio, mariqui! —gritó Adriano, y cerró la puerta de la cabaña de golpe.
Arrojé el ramo al suelo. Habíamos alquilado una cabañita del Molino de Bonaco porque él aseguraba que Barcelona era estresante. Y mírale ahora. Su cresta y sus pendientes-dado se bambalearon rabiosos mientras me regañaba.
De cara hacia la pradera, desplegué el móvil para pedir consejo a Sara.
—Tonterías —dijo ella—. Le ha dado un pronto porque has cachondeado con el tema de que él es gay.
—¡Pero si yo no me metí con él! —repliqué.
“Su póster de Orlando Bloom es sagrado y lo besaste”, insistió Sara. “Alfredo…, sabes que corté contigo por esto”, agregó con un hilo de voz.
Adriano y yo no somos una pareja homosexual. ¿Qué tiene de malo que mi amigo gay salga conmigo de juerga a veces? ¿Que le haya yo propuesto lo del Molino de Bonaco para aliviar su cansancio cívico?
—Seguro que hasta compartís cama —soltó mi ex—. No lo niegues, eres “bi.”
Miré las flores desperdigadas por el suelo. Me imaginé entrando en la cabañita, fingir que iba a volver a profanar el Orlando para luego besarle a él. Y lo hice.
Quiero agradecer a JAMS por arreglarle un problemilla y os quiero decir que trabaja de manera inhumana. ¡Se lo envías y el mismo día te lo publica!
Pulí mucho hasta dejar la historia de mi pareja ficticia con la calidad suficiente para el concurso. La verdad, me demoré mucho en enviar “PERO NO LE CONQUISTÉ CON FLORES” porque creía que no iba a alcanzar las expectativas del concurso. ¡Bueno, publicado ya está! Me basta con que uno de los cien lectores que se pasan a diario por Esta noche te cuento le guste y lo disfrute.
Al fin y al cabo, ese es mi sueño: crear una historia que provoque a algún lector sonreír de oreja a oreja… o por el contrario, entristecerse al meterse en la piel del personaje.
¡Bueno, Adriano y Alfredo! ¡Que os lo paséis bien y que dure vuestro romance!
Para escribir este cuento, me inspiré principalmente en las fotografías de las casas rurales haciendo clic un poco más arriba.
Anais
Gracias, Anais, por lo que me toca y por tu apunte acerca del Molino de Bonaco. Les encantará, seguro. Mi labor no es tan inhumana, entro en ratos sueltos a lo alrgo del día para mantener actualizado el blog e intento atenderos con el esfuerzo que vosotr@s demostráis con vuestra participación. Para tu información, tenemos una media de entradas diarias superior a las 500 visitas, así que ese centenar de lectores lo tienes asegurado. Mucha suerte en el concurso… y en ese otro escenario de la vida diaria.
Un relato sin duda donde se demuestra el cambio de mentalidad de las personas, donde ya no importa tocar temas sobre la homosexualidad. Es entretenido el diálogo, en un pequeño texto.
Sigue así, publica siempre, que lo leo siempre y está bien que cambies siempre los temas de tus cuentos.
Ánimo y suerte.
Soy la lectora 101, Anais. Bueno tú relato, con el diálogo , siempre complicado de llevar, al menos para mí, y con un muy buen final.
Suerte.
Me ocurre lo mismo. Narradores y personajes son difíciles de identificar sin una segunda lectura.
Yo me refería a que a mí me cuesta hacer diálogos. Anais lo ha hecho muy bien, pero sé a que te refieres.
Muchas gracias, Antonia:
Me alegra que te gusten los cuentos de mi padre y los míos, nosotros somos admiradores de los tuyos. Mientras nosotros somos más narrativos, tú eres muy poética.
Son muy bonitos los tuyos, con una metáfora que se descubre en la última línea.
Mis Adriano y Alfredo te mandan saludos desde su pisillo en Barcelona. ¡Espero que Adriano esté en relax!
Es verdad que actualmente el tema «gay» se puede abordar y parece que a nadie escandaliza pero la verdad, verdad, para mí sigue oculta. Se admite a los homosexuales masculinos porque al ser hombres han luchado con más fuerza para conseguir un respeto, y porque muchos de ellos han alcanzado un estatus alto en la sociedad basado principalmente en su cultura y en el dinero que han conseguido amasar y por lo tanto tienen ya un cierto poder. Pero en el fonfo, fondo ¿realmente les admitimos como son? ¿no los seguimos viendo un poco rarillos?… sí, sí, vale… ya sabemos que todos somos muy progres para los de fuera y para ciertos artistas, modelos etc… ¿y los otros?. ¡
¡Ah! ¿y que me deciis de las lesbianas? ¿no es lo mismo pero al reves, o sea mujeres?…¡eh! no te oígo… ¡ah!sí, dices ¿Que son… unas, qué? ¿tortilleras? ¿se atreve mucha gent een los trabajos a decir soy lesbiana? ¿Y si lo dicen, no hay muchos codazos cuando pasan?.
La sociedad creo que sigue siendo más permisiva para las cosas de los hombres que de las mujeres. Más para los que tienen dinero que para los que no tienen. En fin, creo que muchos llevamos una capa de barniz y nos la pintamos de lo que se lleva. Debo ser una descreída.
Anais me gusta como escribes, pero este relato tuyo, si me lo permites, me ha dejado indiferente, me ha parecido bien escrito pero sin sustancia, más bien tirando a flojo, soso.
Deseando no lo tomes a mal, te envío un saludo.
Yo, por el contrario creo que ha explicado de manera graciosa, y con un final bueno una situación importante.: como alguien que niega su tendencia sexual, con ayuda de otra persona que lo conoce acaba aceptandose. Y utilizar el poster como vehículo es un buen recurso.
Y ya digo, me encanta l ese paso final para ir de su fantasía a su realidad.
Gracias Anais, y devuelvo el saludo a tus chicos. Para ti un abrazo.
Pueda ser que tengas razón, quizás ayer fui un poco impulsiva con mi comentario. O sea,Anais, que disculpa. Un saludo a las dos.
PERO NO LE CONQUISTÉ CON FLORES no es un cuento a favor de la homosexualidad, la bisexualidad, el lesbianismo o cualquier otra de las miles de tendencias sexuales que corren por el mundo. Sólo es un cuento para entretener, sobre un chico que acepta de repente que es “bi.” Yo imaginé que el chico es bisexual como podría imaginar que es astronauta, peluquera, diseñador, hombre, niño, anciano…
Este relato no trata sobre si en nuestra sociedad aceptamos la homosexualidad o no, como bien dice Antonia, es sobre el caos que tiene Alfredo en la cabeza hasta el final del relato entiende su tendencia sexual ¡porque antes no la entendía, como le pasa a mucha gente!
Espero haber esclarecido el asunto. Gracias, Antonia, al menos tú si me entendiste.
Un saludo a las dos.
Con cariño, Anais
Anais, no quiero decir que tú planteas todos estos temas. Yo solo he hecho una reflexión y casi más contestando a lo que dice Juan. Y no pretendo contradecirle a éste. Solo he tratado de poner en cuestión si se asume o no se asume realmente la homosexualidad. Porque una cosa es lo que se dice y otra es lo que se siente. Que no somos tan permisivos como decimos.
En cuanto a tu relato, Anais,ya entendí lo que quería decir pero me dejó un poco… como si nada. Un saludo.