106. NI JADE NI PISTACHO
Verde. Pero ni jade ni pistacho. Otro verde. Más bien verde alga que se pudre. En medio del espejo del baño. Resistente a todos los limpiacristales.
Una mota al principio, algo con lo que entretenerse: un giro de cabeza lo convertía en un gracioso lunar sobre la sien.
Creció, y sobre el iris me devolvía una mirada de ojo ciego. Incómoda, me movía hacia la izquierda y entonces su disparo oxidado en el entrecejo me obligaba a enfrentarme a mi propio proyecto de cadáver.
Con el tiempo, tuve que decidir qué partes de mí sacrificarle. Así que empecé a mirarme al espejo de puntillas mientras cada día me devoraba algo más. Pómulos. Nariz. Boca. Mentón.
Hoy he perdido pie y me ha tragado con voracidad de alga colonizadora. Sin asideros. Sin remisión. Sin remedio.
En este lado tengo mucho tiempo para pensar. En cosas que antes no me parecían fundamentales. Como que no basta con distinguir el verde jade del verde pistacho. Que también hay que distinguir el verde alga que se pudre del verde azogue corrompido que infesta los espejos. Que cuando confundes los matices de color es fácil perder pie y que la vida se precipite a negro.
Brutal!???
Suerte, Ana!
Ante un comentario tan contundente solo puedo dar unas gracias rotundas. Un beso, Sandra.
Dicen que todo depende del cristal con que se mire… ¡Y parece que también del verde con que se mire!
Un relatazo, ANA; te felicito.
Cariños,
Mariángeles
Y del azul, y del rojo… Me alegra que te guste, Mariángeles. Muchas gracias por comentar y un beso.
Digo lo mismo que Mariángeles: este es un relatazo. Así quiero yo escribir.
Saludos.
Ya sabes que es el mejor aprecio que alguien puede hacer a un relato propio, así que muchas gracias por tus palabras, Beto. Un abrazo.
Y yo también quiero escribir así, qué maravilla. Muchas gracias por compartirlo, Ana.
Tú escribes magníficamente, sigue haciéndolo y compartiendo tus relatos, que es muy de agradecer.
Muchas gracias por pasarte y comentar, Belén, un besote.
Muy buen relato, Ana. Me ha parecido redondo, bien conducido y las metáforas con l cha carga de contenido.
Me ha gustado mucho. Un abrazo grande.
*con l cha: con mucha.
Disculpa la errata.
Siempre es una satisfacción que los relatos gusten. Muchas gracias por pasarte a comentar, Manoli, un abrazo.
La Fúster haciéndose sitio en el libro de 2019. Sin tonos ni matices, por lo directo.
No sé yo, los huecos en el libro siempre están muy cotizados. Un abrazo y gracias por comentar, Rafa.
Hola, Ana. Coincido con mis compañeros en que es un relato precioso. Enhorabuena. Un abrazo.
Pues te agradezco mucho la opinión y el mensaje. Un abrazo.
Divino Ana. No volveré a ver una mota en un espejo con los mismos ojos. 🙂
Saludos
Esa era la idea ?. Muchas gracias y un abrazo, Nuria.
Para escribir un gran relato no hacen falta demasiados elementos. Solo un punto en un espejo y, eso sí, un oficio y un acierto envidiables. Entre las muchas lecturas que puede tener, podría destacarse la importancia de los detalles, hasta los más nimios, que no deben ser despreciados.
Un abrazo, Ana. Suerte
Ya sabes que lo del acierto depende del día. Si este te parece de los acertados, me alegro mucho. Gracias por tu comentario, Ángel. Un abrazo grande.
Una delicia de relato.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, María. Un abrazo para ti.