2. Desconexión
Mi abuela sostenía que las nuevas generaciones eran una involución de la especie, que cada vez éramos más tontos, más aborregados, más inconscientes, más conformistas. Que eso de la inmediatez nos había congelado los instintos, que ya no había principios, idealismo ni ilusión. Que el mundo se iba al carajo lleno de basura por culpa de ladrones de guante blanco que acumulaban riquezas abstractas a costa de manipular a pobres descerebrados. Se echaba las manos a la cabeza cuando le contábamos que existían grupos inverosímiles como los terraplanistas, antinatalistas o conspiranoicos.
La abuela no sabía usar las tecnologías, pero había leído mucho y decía que la verdadera información estaba en los libros y en el sentido común. A veces nos convocaba en la biblioteca y nos animaba a explorar los tesoros que allí guardaba. Juro que por aquel entonces aún había palabras escritas en ellos. Es cierto que nadie volvió a entrar allí después de su muerte y que la costumbre de leer papel se perdió para siempre. Me gusta pensar que sus ojos absorbieron la tinta al mismo tiempo que los conocimientos. No encuentro otra manera de explicar que hoy, cuando más respuestas necesitamos, solo queden páginas en blanco.
Relato original y bien escrito, como siempre en Eva, además de muy bien traído el tema de la convocatoria.
Excelente. Suerte y abrazo.
Todo un lujo que el EdH2019 me haga una visita y valore mi relato. Muchas gracias Rafa, se hace lo que se puede. Un beso.
Sabia mujer esa abuela y triste y realista el mensaje de este relato, reflejo de un mundo que avanza a pasos de gigante tecnológicamente, pero no encuentra tiempo para aprender de todo lo vivido, de la experiencia pasada, del saber acumulado durante siglos, de ahí las extravagancias y la falta de rumbo que tu protagonista aprecia. Al marchase se ha llevado el tesoro de la experiencia de siglos, como si ella fuese la última persona sensata en este mundo desnortado, dejando unas páginas en blanco que simbolizan lo perdido, el vacío.
Un relato con carga de profundidad, bien narrado, con un final propio del mejor realismo mágico.
Un abrazo, Eva. Suerte
Gracias Ángel. Con freuencia tus comentarios me enseñan a ver mis textos desde otras perspectivas, pero casi siempre llevas el bisturí con precisión y mano firme al nódulo del que salieron. Un abrazo fuerte.
Eva me ha encantado tu relato. Has traído a mi memoria a mi abuelo, lo has retratado. Por él siempre anduve tonteando con las letras. Está precioso escrito. ¡Mucha suerte!
Saludos.
Muchas gracias Nuria.A mi me da taaanto miedo depender solo de las tecnologías…. Un beso.
Me ha gustado este relato evocador de abuelos con su sabiduría tan popular y tan real. Espero que el papel perdure por siempre. Tu relato es original y acorde al tema. Buen trabajo Eva. Saludos
Muchas gracias por comentar , Pablo. El papel, tan denostado hoy por poco ecológico pero ¿más que la producción masiva de dispositivos?. Un abrazo.