… Y PARA LA ÚLTIMA SEMANA, UNA TRISTE E INSPIRADORA LLUVIA AMARILLA……
Hacia las dos o las tres de la mañana, un viento suave se abrió paso por el río y la ventana y el tejado del molino se llenaron de repente de una lluvia compacta y amarilla. Eran las hojas muertas de los chopos, que caían, la lenta y mansa lluvia del otoño que de nuevo regresaba a las montañas para cubrir los campos de oro viejo y los caminos y los pueblos de una dulce y brutal melancolía. Aquella lluvia duró sólo unos minutos. Los suficientes, sin embargo, para teñir la noche entera de amarillo y para que, al amanecer, cuando la luz del sol volvió a incendiar las hojas muertas y mis ojos, yo hubiese ya entendido que aquella era la lluvia que oxidaba y destruía lentamente, otoño tras otoño y día a día, la cal de las paredes y los viejos calendarios, los bordes de las cartas y de las fotografías, la maquinaria abandonada del molino y de mi corazón.
JULIO LLAMAZARES. La lluvia amarilla.
…y sin saber por qué sí o por qué no, ese óxido me resucitó y me hizo pensar que si la crisis, que si el más allá… Solo te digo que TODO está en tu imaginación.
No pierdas el tiempo. Pon música a tu vida.
Magnífico libro La lluvia amarilla de Llamazares.
Bravo por Julio Llamazares, siempre presente en mi memoria literaria…