12. Creación – Desarrollo – Crecimiento – Transición – Movimiento
Su diminuto cuerpo va tomando forma. Al principio se ve tan frágil… Poco a poco va tornándose en un color rosado, muy leve. Es un bebé, su nueva criatura que está a punto de salir al mundo. Asomará una línea, verá a lo que tiene que enfrentarse y se arrugará. Y entonces ese color rosado se volverá casi blanco; querrá borrarse, desaparecer.
Con los anteriores también le ocurrió. Pero les acarició y recompuso una y otra vez, mulléndolos como a un cojín recién relleno, hasta darles la forma adecuada. Y salieron y pelearon solos.
Cuando esté completo cogerá la confianza necesaria, seguro. Aunque parece que siente demasiada vergüenza. Su carita sonrosada mira a todos lados. Observa a los de mayor tamaño sin poder articular palabra. Tantos como hay, de todos los colores…
Asustado, se hace una bolita rosa, como de algodón de azúcar, sus letras se esconden y se niega a salir.
No, aún no está preparado. Quizás no sea la mejor época. Lo dejará reposar. En otro momento le dará mejor figura. Y cuando esté en su punto caminará él solito.
Tiene tantos sueños para él… Seguro que ahuyentará cualquier miedo. Y se sentirá cómodo con todas sus letras.
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A los que nos da por juntar letras conocemos bien la sensación de crear una historia, que ha salido de nosotros, pero termina por convertirse en un ente autónomo que, una vez que ha visto la luz y se hace público, deja de pertenernos e, igual que un hijo, termina por seguir su propio camino, por hacerse un hueco entre otros muchos semejantes, a la vez que distintos. La autora-creadora de este relato, al que has convertido de manera tan original en personaje, tiene pudor en mostrarlo, tal vez piensa que no estará a la altura, pero seguro que superará esos reparos iniciales y logrará que la mayor parte de gentes posible lo conozcan, disfruten con él y hasta terminen admirándolo, su madre-autora entonces, sentirá orgullo.
Espero haber interpretado bien esta hermosa historia, que guarda en sí misma las fases de la creación, las que llevan a formar una obra literaria.
Un abrazo, buen verano y suerte, Esperanza
Lo has interpretado perfectamente, Ángel.
Para mí mis relatos son como mis niños. Y, aunque a unos se les tiene más cariño que a otros, en todos se pone el mismo esfuerzo y dedicación para que queden presentables y gusten a los que te leen. Y poco a poco vamos despegando.
Mil gracias Ángel. Un abrazo.
Has relatado muy bien ese miedo inicial a soltar un relato al mundo. Queda asegurado que es tan bueno como los demás. Un beso.
Esa inquietud siempre te ronda cuando escribes. Creo que si alguna vez desaparece sería muy mala señal.
Muchas Gracias Maite.
Besos.
He de confesar que al principio no he entendido el relato, Esperanza. Y después de leer el comentario de Angel me he sentido algo tonta porque de repente lo he visto clarísimo: hay relatos de todos los colores, empiezan siendo solo una línea… Vamos, que más pistas no podía haber.
Felicidades por este bebé rosa, tan bonito y original como los demás.
Suerte y abrazo
Tal vez en mi cabeza la idea del bebé-relato se veía más claro que una vez puesto sobre papel…
Gracias Anna por darle otra oportunidad.
Saludos y Suerte para tí.