NOV71. EL VIAJE DE LAS PALABRAS, de Esther Cuesta de la Cal
Fue el segundo más corto de mi vida. El que tardé en impactar contra el suelo. Después le siguieron los días más largos, cuando creí que las había perdido para siempre. En aquel momento, el golpe me dejó aturdido, pero no inconsciente. Pude sentir ruido, ecos lejanos que se enmarañaban en mi cabeza y gente que se arremolinaba a mi lado. Intenté levantarme pero mi cuerpo no me obedeció. Quise decir algo, pero por más que busqué y rebusqué, no encontré como hacerlo. Forcé mi garganta, apreté los dientes, y arrastré la lengua, pero fue inútil. Cerré los ojos esperando que algo cambiara, pero la gente me zarandeaba, y me asusté más todavía. Entonces me oí gritar algo así como “Bran tan nanú”, y se echaron atrás de un golpe.
Por fin sentí una mano, que se posaba amiga. Me miró de frente y me dijo, “Se han ido de vacaciones, pero haremos que vuelvan. Mientras tanto, tranquilícese, entendemos su idioma”.
Muchos meses después de hospital y rehabilitación, puedo contarles mi historia.
Pensaba que sufría por si había perdido a alguien importante para él, Luego descubro que se refiere a las palabras…
Me gusta cómo nos acercas al mundo de la palabra como algo valioso (que lo es), algo que hasta que no perdemos no lo valoramos (como tantas otras cosas que nos rodean).
Buen final: optimista.
Ese «Se han ido de vacaciones, pero haremos que vuelvan…» nos recuerda que los humanos seguimos ayudándonos.
Buenas lecciones, Esther. Las necesitamos.
Un abrazoooo
Gracias a ti por tu comentario, que anima mucho.
Un abrazo
Esther, original, me ha gustado. Saludos y suerte.
Me has recordado a una situación que desgraciadamente he vivido, cuando un Ictus atacó a la fábrica de las palabras de un familiar mío. No hubo reabilitación posible, pero al final lográbamos entender su idioma.
Un abrazo Esther.
Bien narrado y muy original tu propuesta.
Me ha encantado.
Suerte y un abrazo.
Esther, me has recordado a los pacientes de ictus a los que intentaba hacer la anamnesis cuando estudiaba medicina. No te puedes hacer idea del sufrimiento al querer decir una palabra y salirle otra diferente, normalmente un taco, se desesperaban porque se daban cuenta del error y se enfadaban mucho. En su interior construyen bien pero lo expresan de otra manera. En los casos más leves o dependiendo de la zona del ACV.
Triste pero real.
Un beso
Hola a todos,
Habéis dado todos en el blanco. Y sé de lo que hablo, tanto de forma personal como profesional. Me ha parecido siempre terrible la pérdida, en este caso de una de nuestras formas de expresión más habituales, la palabra. Menos mal que el ser humano tiene recursos y muchas formas de saltar la barrera, a veces solo con apoyar la mano se despejan muchas incognitas. Gracias por los comentarios, me aportan mucho.
Un gran abrazo. Esther
Esther, sus imagenes, muy claras, describen esos momentos tan duros a los que mucha gente debe enfrentarse. Suerte y saludos
Esther, un relato muy bien llevado y narrado! Me ha gustado!
Recibe un saludo! 😉
Muchas gracias a los dos por leer y por vuestros comentarios tan entusiastas.
Esther
Qué bien intercalas el juego de las palabras, Esther. Cuando faltan, cuando no llegan, cuando no se las puede ni articular. La trama para desarrollar este viaje, muy bien escogida.
Un abrazo.
Viniendo de ti, es más que un cumplido. Gracias Susana, y un fuerte abrazo
Esther
Por fin saco tiempo para pasarme a leer , menos mal!!. Me parece un texto muy bueno,me gustan los relatos que cuentan más dicen a simple vista. Un tema duro, tratado con intriga que invita a leer, para demostrar ternura al final. Es una historia muy buena que nos recuerda que sin palabras, estamos absolutamente desvalidos. Me ha encantado Esther!!
Muchos tenemos cerca a alguien que ha pasado por algo parecido, sentir la impotencia de querer decir algo y no poder. Me ha gustado mucho cómo has sabido contarlo y la humanidad que rezuma el relato. Felicidades y suerte.