28. La casa de cartón
Juan se despierta con la agitación de la calle. En su memoria todavía se desvanece el último sueño: su mujer, los niños, el trabajo de contable en la empresa familiar. A veces sospecha que nunca existieron.
Constreñido, se revuelve con dificultad en busca del bote de pegamento, pero sus dedos, a tientas, se enredan sin querer con la jeringuilla que utilizó antes de dormir. Cuando lo encuentra desenrosca la tapadera y sorbe con fuerza la primera esnifada del día. Luego abre de par en par las tapas para ver cómo desfila la marabunta de pies. Pies hiperactivos que, evitándole, van y vienen en un trasiego precipitado.
Enseguida regresa a la privacidad de su caja. Aquellos pies pertenecen a otro mundo, un mundo que él abandonó hace mucho tiempo.
Así que borres la primera coma que se te ha colado sin querer (a veces, tienen vida propia), te queda un relato tan triste como hermoso. También me gusta el título.
Un enfermo, dominado por sus adicciones tiene momentos de lucidez, en los que es consciente de lo que dejó atrás. De poco le sirve, su cerebro, su cuerpo entero, solo parece existir para crear una realidad efímera y engañosa, distinta de la verdadera, que necesita ser alimentada en un ciclo pernicioso.
La historia de un hombre y su abismo, contada desde dentro de una caja de la que no tiene intención de salir.
Un abrazo y suerte, Ton
Dramática historia llevada al límite. utilizando el símil de una casa de cartón para expresar su constreñida existencia.
Saludos y suerte, Ton. 🙂
Esta tarde leí tu relato y me por un momento me quedé bloqueada con las cajas de cartones y los pies, hasta el punto de pensar en «zapatos». Ahora que estoy más relajada lo he retomado y claro, ahí está ese hombre, en su casa-caja, la que lo acoge por el día y lo abriga cada noche. ¿Adiciones, falta de trabajo, elección propia, mala suerte…? A veces uno no puede imaginar qué terribles vivencias llevan a una persona a depositar toda su vida sobre una caja de cartón.
Suerte Tom, has retratado un marrón más cotidiano de lo que es deseable.
Te deseo una feliz noche. Abrazos.