509. EL CRIMEN, de El Pato
A Leidy
El lobo llevaba más de tres días internado en las profundidades del bosque. El frío y el hambre habían reducido su deseo fervoroso de llegar a la casa de la abuela. Sabía que difícilmente cumpliría su empresa; y si lo hacía, sería juzgado por sus conciudadanos con la pena más alta del bosque. Deseó ardientemente quedarse allí, cerca del tilo enorme que lo vio nacer; pero, si lo hacía –aparte de ser juzgado- , defraudaría profundamente las enseñanzas de sus padres. Así que corrió, corrió como alma que lleva el diablo.
La casa de la abuela se hallaba en el pico más alto de la montaña; su perverso hermano gemelo se la había mostrado más de una vez. Entró apresuradamente a la habitación, con la esperanza de evitar la tragedia. Su esfuerzo fue en vano: el cadáver de la abuela se hallaba apuñalado en la cama, sin ningún signo vital. Desesperado, huyó del lugar con la certeza que sería victima de la calumnia más infame de toda la literatura.
pobre lobo¡¡¡ A veces pasa, que ya tenemos nuestra etiqueta y no la dejamos ni portándonos bien¡¡¡¡