35. Corazones viajeros
—Llegará pronto Esperanza— le digo a la vecinita del tercero cada vez que me pregunta por él. — ¿Podría dárselo, por favor? — me pide tímida mientras saca de la mochila un papel arrugado — Claro, cielo —. Otra constelación de corazones hilvanando las letras de «Miguel». Ella permanece callada en el vestíbulo y se sonroja al sorprenderla, contemplando de reojo, la foto de su primera comunión. Yo trato de contener las lágrimas, mientras pienso en que, si ese corazón viajero no llega pronto, tendré que hacer espacio en esa colección de constelaciones en la que se ha convertido su habitación de hospital.
Corazones de papel, corazones necesarios, corazones viajeros… Un micro sencillamente conmovedor.
Cariños,
Mariángeles
PD: (Entre nos, agrega el «de» que se te escapó de «esa colección de constelaciones» de la frase final).
Muy amable por tu parte Mariángeles…