43. LA EXTRAÑA PAREJA (Rafa Olivares)
La vieja Celestina gustaba de recopilar, en una libreta de tapas de hule negro –quién sabe para qué beneficio futuro–, los acomodos amorosos que conseguía amañar. Y más empeño ponía cuanto más disparatada parecía la componenda. Siempre andaba de aquí para allá con sus urdimbres a recoger o entregar encargos. De palacetes a conventos, de caballerizas a tugurios, de luminosos salones a oscuras alamedas. Portaba en el refajo ora una misiva, ora una flor, ora una dádiva, ora una prenda, ora un ungüento que consiguiera atrapar voluntades y permitiera copular a un príncipe con una lavandera, a un palafrenero con una doncella, a un alabardero con una mesonera o a un franciscano con una clarisa. Incluso, si se terciaba, a un pastor alemán con un gran danés; y solo uno de ellos de raza canina.
Homenajear a los clásicos, esos que siempre están ahí y por algo será, en estos tiempos de consumo rápido de best-sellers intrascendentes, es una labor necesaria, un ejemplo a seguir. El personaje de Celestina, una de las obras cumbres de la literatura española y universal merece un relato como éste, respetuoso, con un lenguaje muy cuidado, acorde con su época y comprensible para la nuestra, sin que falte el humor sutil y elegante que te caracteriza, como en esa mediación entre el franciscano y la clarisa. Esa anciana es toda una profesional, coleccionista orgullosa, a modo de inventario, de todos sus logros, tan variados, que no distinguen clases sociales, ni siquiera tiene reparos a unir humanos y animales. El broche final, con el doble sentido del juego de palabras, es fruto de la factoría Olivares, garantía de calidad.
Un abrazo grande y suerte, Rafa
Como siempre, el valor de tus comentarios supera al del propio relato que le sirve de excusa. Gracias por tu generosidad.
Fuerte abrazo.
HOLA Rafa, qué historia tan bien hilvanada y qué final tan sorprendente. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. En el título estaba la advertencia del final.
Un beso.
Jua,jua. Qué final tan descacharrante
Es que hay animales muy sexys, reconozcámoslo.
Besos.
Qué regusto me da leer este relato Angel, con un final made in Olivares. Inconfundible, insustituíble.
Abrazos varios.
El regusto es mío.
Gracias, Álvaro.
¡Qué maravilla de Celestina! Cómo me has liado, querido Rafa. Mira que iba en guardia desde el título, pero me has distraído bien con ese cuidado lenguaje… Me ha sorprendido. 🙂
¡Suerte!
Abrazosss
¡Chica! No te pongas en guardia que me lo pones más difícil. Yo necesito almas cándidas.
Gracias, Nuria. Un beso.
Has unido una escritura muy agradable de leer con un final sorpresita,tipo microrrelato.
Saludos Rafa.
Gracias, Ángel José, por tus apreciadas palabras.
Un abrazo.
Caramba, el amor no tiene límites, pero no sé si esa pareja durará en el tiempo. Al menos no tendrá litigios por la custodia de los hijos.
Un saludo
JM
Menos mal, porque entre la legislación alemana, la danesa y la castellana, menudo lío.
Gracias, José Manuel.
Un abrazo.
No entendí muchas palabras, ¿será porque soy de Argentina o porque soy ignorante? jaja espero que sea la primera, qsyo. saludosss
Seguro que por argentina. Hay palabras y giros en desuso, algunas porque se refieren a oficios ya extinguidos.
Gracias por comentar, Ana-Liliana.
Besos.
Ayyyy ¡¡Qué bueno el final, Rafa, tronchante!! Y el final es bueno porque el camino que te lleva hasta él te lleva en andas meciéndote, preparandote sin pretenderlo para lo inesperado.
Me encanta ese punto canalla, algo golfo (con perdón) contrastando con el cuidado lenguaje medieval que lo antecede. ¡Bravo!
Cuánto celebro que te haya gustado, Salva, y que compartamos el gusto por lo canalla.
Gracias y abrazo fuerte.
Un lenguaje exquisito que nos transporta a la época y nos hace imaginar a la vieja Celestina coleccionando amores bajo su tutela. El final, genial, marca de la casa. Un abrazo, Rafa.
Gracias, Salvador. Había que buscar un final hiperbólico.
Un abrazo.
Qué bueno Rafa. Ese lenguaje tan celestino, que nos transporta a otra época, para acabar con una imagen totalmente contraria a esa puesta en escena que nos saca una sonrisa. Siempre tan original, enhorabuena y mucha suerte. Abrazos.
Qué bien que te haya gustado, Bea. Esas sonrisas son el mejor premio que uno puede esperr.
Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.
Pues también se me había pasado esta pequeña maravilla, gracias al jurado por subirlo a la palestra. Un homenaje a los clásicos no exento de ese humor ácido que te caracteriza. Enhorabuena por esa mención tan merecida!!1
Abrzsss!!!
Un placer, Juancho, que pases a degustar unas letras avaladas por un jurado. Si no gustan ya no es responsabilidad solo mía.
Gracias y un abrazo.