SEGUNDA RONDA. ENCUENTRO 08
MILAGROS ALONSO / ANTONIO TORIBIOS
ENTC DIXIT
Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras antes de las 20 horas (hora local española) del JUEVES 16 DE ABRIL cumpliendo estas dos condiciones:
CONDICION 1
El relato debe tener como inspiración cualquiera de las dos ilustraciones que os han tocado (podéis ampliarlas haciendo click sobre la imagen). No se trata de describir o desarrollar la escena de la carta sino usarla para estimular vuestra imaginación, en una historia en la que debe resultar evidente (por el sentido, por algún detalle, algún espacio o personaje del dibujo…) cuál ha sido la imagen utilizada de las dos.
CONDICIÓN 2
Hemos elegido algunas de las locuciones latinas más usadas en nuestra lengua y queremos que consigais introducirlas de la manera más natural y coherente en el cuerpo del relato o en el título. La locución latina obligatoria que os corresponde en este encuentro es
MOTU PROPRIO
Consultadnos cualquier duda. Revisad bien el texto antes de publicarlo porque, una vez hecho, no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten usuarios de esta web) que permanecerá abierto hasta el viernes 17 de abril a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
Ya podéis votar en ESTE ENLACE
La herida.
Salieron motu proprio, como cada tarde, sin esperar señal alguna. De niños, sus padres les hablaban de calles bulliciosas y avenidas cuajadas de vehículos. Pero entre ellos nunca lo mencionan. Apenas creen que en la zona boscosa entre edificios hubiera realmente suelo firme. Tampoco se imaginan a la gente aplaudiendo, y menos conversando. Salen y permanecen diez minutos en la baranda, erguidos y en silencio. Es lo exigido. En sus rostros se refleja la soledad de los de enfrente, y al revés, formando una imagen repetida que se aleja, cada vez más pequeña y más profunda.
La noche me confunde
Hace años que por miedo a la noche conjuro a la luna a mediodía. En ello estaba cuando aparecieron, cariacontecidos, mi perfecta sobrina y su maridito.
Me contaron que, además del Cadillac y el ático, necesitarían tres vidas para salir de aquel lodazal. Yo los acogí “temporalmente”.
Lentamente, Amanda fue cambiando Netflix por la huerta y Manuel el fútbol por la cocina. Fue por entonces cuando él, de MOTU PROPRIO, una noche confesó que siempre quiso llamarse Manuela, ante lo cual Amanda manifestó con una sonrisa boba que a ella siempre le habían gustado más las mujeres.
A mi, sin embargo, la noche sigue confundiéndome.
Votado¡¡
Votado!
Votado. Suerte.
Muy buenos. Votado. Suerte.
Votado. ¡Suerte!
Votado. Suerte.