91. Celebración (Juana Mª Igarreta)
Aurora ha vuelto a casa. Tras la puerta, habitando el pasillo, le esperaba el reloj de péndulo heredado de sus padres, que como fiel vasallo del tiempo ha seguido marcando las horas. Escuchar de nuevo su monótono tictac es para ella, profesora de música jubilada, la más excelsa de las melodías.
Acodada en la ventana, rememora los últimos momentos en el hospital, y aún resuena en sus oídos el efusivo y acompasado aplauso que a modo de despedida le dedicaron los abnegados sanitarios de la planta. ¿Qué obra musical logrará hacerle revivir una emoción semejante? Tal vez sea la ovación más larga que ha recibido nunca; aunque tampoco se había enfrentado hasta ahora a una partitura tan compleja. Su cuerpo arrugado y encogido, cual baqueteado violín, es todavía capaz de ofrecer afinadas notas de vida.
Aurora levanta la tapa de su viejo piano. Acomoda sus nudosos y trémulos dedos en las teclas que han permanecido calladas en su ausencia. Con los ojos cerrados ejecuta, exultante, la Novena Sinfonía de Beethoven. Así celebrará cada nuevo día durante años.
Una mañana, un estridente e incesante sonido sobresalta a los vecinos. El piano grita bajo el peso inerte de Aurora.
La Novena Sinfonía de Beethoven, con su «Himno a la alegría», está reconocida como un patrimonio universal y no es para menos. El renacer de tu protagonista, tras los difíciles momentos, le lleva a expresar su agradecimiento con esta composición sublime, no menos acorde con su victoria sobre la enfermedad que los aplausos de triunfo con los que la despidieron los abnegados sanitarios.
Ese piano, obediente a los dedos de Aurora, además de compañía fiel y testimonio durante los momentos principales de su vida, no podía sino gritar descompasado cuando ella abandona, de improviso, esa existencia.
Un relato emotivo, actual, posible e impecablemente narrado.
Un abrazo, Juana. Suerte.
Hola, Ángel. La verdad es que pensé en otras composiciones para ambientar el micro. No he sido muy original, pero a mí me encanta. Conocemos un caso muy cercano de una persona que se ha salvado de milagro del dichoso virus, y me inspiró este relato. Mil gracias por dedicarme, una vez más, tu tiempo y tus generosas palabras. Otro abrazo para ti.
Como homenaje a la música, y como forma de comentario alternativo, quiero compartir con vosotros una canción que esté relacionada con algún aspecto de vuestros relatos. Espero que te guste la que he elegido para el tuyo.
COLDPLAY – Clocks
https://youtu.be/8Xv_Hg8o1fw
Hola, Rafa, he escuchado más de una vez la canción que has elegido y me ha parecido muy adecuada, tanto en el ritmo como en la letra, hablando de relojes y de la ansiada vuelta a casa. Gracias por tu generosa idea de adecuar música a los textos. Un abrazo.
Un relato poético con el que consigues transmitir un significado positivo, a pesar de su final con el piano gritando. La protagonista supera la partitura compleja que le ha tocado vivir. Y ha valido la pena. Una nueva oportunidad de ofrecer sus afinadas notas y celebrarlo cada día. Vivir y morir ejecutando lo que la hace más feliz (muy apropiada la elección de la novena de Beethoven). Muy bien escrito y con metáforas conseguidas. El impacto que deja en el lector es aún mayor en el contexto que estamos viviendo. Enhorabuena.
Un abrazo y mucha suerte.
Hola, Josep Maria, muchas gracias por valorar tan generosamente el micro. Como le he comentado a Ángel, ha sido inspirado por una persona conocida que estuvo muy grave afectada de Covid. Otro abrazo para ti.