70. El Chivato. (Montesinadas)
En la oscuridad plena confías primero en tus oídos. En mi caso, sobre todo en el izquierdo, el derecho me lo han reventado de un culatazo por resistirme. La falta de luz comienza en el primer golpe, cierras los párpados esperando el siguiente que llega segundos después. Luego la capucha ajustada con cinta sobre las cuencas de los ojos y en el cuello. No ves, no respiras. Pones toda la atención de la mente en ese curioso mecanismo de huesos, cartílagos y membranas que juegan, más que nunca, un papel de primer orden para procesar cualquier información, por mínima e insignificante que parezca.
Cierto que el poder de los sentidos se debe a un desarrollo evolutivo de generaciones, pero el miedo a morir puede hacer que liberes todo un potencial desconocido hasta entonces. Me habían descubierto. Distinguí, por su tono, que iban en serio. Una voz más alta que otra, una mano que cruje los huesos de su otra mano, el girar de la ruleta del revólver que se apoya en la nuca, el clic del gatillo, el paso de la bala del tambor al cañón y el resplandor. Incluso muerto escuché cómo volvía a cargar el arma.
Buscar la luz en la oscuridad, o pretender que los lectores lo hagamos, es lo que te convierte en un escritor diferente, original,apetecible.
La literatura sobrevive gracias a quienes buscan contar cosas diferentes o las de siempre, pero de manera diferente. Yo compraría tus libros, Manuel. Cosa que no suelo ir diciendo por ahí…
¡Enhorabuena! Y suerte
Ostras Salva, pues qué voy a decirte que tu generosidad es tan grande como tu personalidad y tu talento. Te agradezco tus palabras y animan un huevo, por hablar diferente. Me alegra que te haya gustado y que me des ese marchamo de «diferente» lo intento muchas veces y si te ha gustado yo feliz. Gracias nos debemos cruzcampo a toope!!!
En cuanto al libro…estoy estoy…
Cuando nace un bebé son los sentidos los que le ponen en contacto con el mundo, del que aún no tiene conciencia, ellos emiten las primeras señales, que en el caso de tu protagonista son las últimas. Se ha producido lo que más temía: lo han descubierto y ya no sirven lamentaciones.
Su cerebro se ha desarrollado completamente, goza de eso que las abuelas llamaban «razón de ser», sin embargo, al saberse perdido, no emplea energías en pensar, por ejemplo, que si hubiera actuado de otra forma no estaría en ese aprieto. Simplemente recibe información, aunque sea a base de golpes, sensaciones físicas que procesa y que se mantienen incluso más allá de la muerte. Quizá sea la prueba de que después no se termina todo.
Ponerse en la piel de una persona torturada hasta el aniquilamiento no es tarea fácil, tu pasas el examen con nota alta.
Un abrazo y suerte, Manuel
Ángel qué puedo decir del ENCH de honor o como se ponga en siglas que eres un don de persona y un ser lleno de bondad. Además eres un jodido lector empedernido de modo que tus análisis siempre son para mi de prioridad absolutia. Y si te ha gustado para mí es una gran felicidad. UN abrazo