18. LIBROS A ESCOTE (Belén Mateos)
Las estanterías rebosan historias, el escaparate es un canto a la palabra, la caja registradora espera a sus lectores y los libros se acomodan al margen de lo prohibido.
Aurelio, cada día, desempolva sus páginas; con sumo cuidado las depura de la versión equivocada y abre las puertas a la vecindad.
La librería tiene cierto encanto, no porque esté situada en ese lado norte de la ciudad que presume de sus calles, de la ostentación al consumo, sino porque está en una encrucijada bajo la luz de una tímida farola junto a un supermercado con sabor a costumbre.
Su acera siempre huele a novedad, al pescado de Ambrosio, la ternera de Carmen o a la fruta temprana de Eloísa y sus carnes prietas de juventud, a la avidez de consumo de los vecinos que no dejan letra sin ojear ni alimento que degustar.
En su imaginación ha abierto una nueva librería en la avenida Sur, cuyas alcantarillas rezuman arraigo local y enfoque cosmopolita.
Parece que el ilusorio vecindario se amolda a la lectura, él al escote de Eloísa y la vidriera a la versión deseada en su última plegaria.
Las librerías concebidas como grandes superficies son una especie de paraíso, aunque las pequeñas, las de barrio, tan necesarias y entrañables como los puestos de un mercado, tienen un encanto especial que has sabido reflejar muy bien.
A la gente, cuando se le da una oportunidad, responde. Quizá esta afirmación que puede parecer simple vaya en contra de sesudos estudios de mercado, pero todo tiene su público y la lectura es un bien esencial que debería estar al alcance de todos.
Parece que hemos coincidido en el escenario, pero las librerías bien lo valen, como para Aurelio cobra especial valor también otro tipo de encantos: los de Eloísa.
Un abrazo y suerte, Belén
Me encanta coincidir contigo en la libreria. Seguro que hacemos buena compra para el alimento de la lectura.
Siempre dar esa oportunidad.
Todos los barrios tienen cierto encanto y cobran ese valor cuando convives en ellos.
Muchas gracias Ángel, siempre acertado en palabras y cariño.
Un abrazo grande.
Que mejor refugio que un libro, que mayor ilusión que encontrar una librería con encanto que siempre tenga ese libro que necesitamos.
Buen homenaje a un sector tan entrañable.
Un abrazo, Belén.
Muchas gracias Manoli.
Los libros son esa puerta a la imaginación, la ventana que despierta en nuestra lectura, la ilusión de una vida diferente a la nuestra.
Un beso grande bonita.
Este micro es de esos que, a medida que lo vas leyendo, te permite ver hasta el último detalle con los ojos de la mente: la tímida farola que alumbra el encanto de la pequeña librería, los ejemplares acomodados al margen de lo prohibido, las carnes prietas de Eloísa y los ojos de Aurelio posados en su escote, ese que indudablemente sueña besar, y algo me dice que pronto lo hará, y no sólo en sus sueños…
Un micro escrito con belleza y delicadeza que ya son tu sello.
Me encantó, BELÉN.
Cariños,
Mariángeles
Muchas gracias por cada una de tus palabras, sentimiento y entrega en mi texto. Es un placer tu lectura y presencia siempre querida Mariángeles.
Ambas deseamos que consiga ese beso fuera de la imaginación.
Un besito cariñoso.
Precioso homenaje a un sector tan maltratado y que nos da tantas satisfacciones y que nos hace vivir miles de historias. Reflejas con una poesía llena de sensibilidad el encanto de las pequeñas librería, su sabor a barrio, a cercanía. Un abrazo, querida Belén, y feliz Navidad. Gloria Arcos
Me sumerjo en cada una de tus palabras. Las librerias, esos lugares donde habitar…
Muchas gracias Gloria.
Un besito bonita.
Feliz Navidad y Vida.