26. ESCENARIO SANGRIENTO
Al atardecer, bajo un cielo incierto, dibujando siluetas imposibles, la bandada de tordos, como si fueran uno, da un giro inesperado hacia el valle verde, salpicado de puntos rojos. Como rayo certero se lanzan sobre un gran cerezo.
Todos a una, picoteando, picoteando.
Ya se ven los huesos ensangrentados del dulce fruto.
Otra vez cual un solo pájaro, tras el voraz ataque,como abducidos, se lanzan al cielo, dejando al árbol malherido.
Caerán como rubíes rotos sobre el crujir de hojas secas, que en suelo esperan como mortajas, las podridas cerezas.
Los animales son fascinantes, más aún cuando actúan en grupo, como si de un solo cuerpo se tratara, sin que parezca que cada cual sabe con exactitud qué debe hacer y cuándo.
El ataque de unas aves a un árbol frutal en imágenes puede resultar impactante, pero con una buena descripción gana todavía más, pues la imaginación también trabaja. No queda sino compadecer al pobre árbol, entendiendo que la vida siempre tiene vencidos.
Un relato que tiene en su sencillez toda su fuerza.
Un saludo, J.A. Suerte
Has convertido las cerezas, ese fruto especial y anhelado, en protagonistas de tu trama. Nunca hubiera pensado en un final tan «sangriento» para un fruto tan dulce.
Imaginativo, sí es.
Feliz día de otoño.
Muchas gracias Juan, por tu generoso y acertado comentario.
Saludos.
Gracias Angel por tu amable comentario.
Un saludo.
Hola Mercedes, gracias y feliz dìa a ti también.
Muy original esta propuesta que aúna los dos mundos animal y vegetal. Un fuerte abrazo. Gloria