NOV09. VIOLETUS BEGOEDIS, de Edita Nogueira Tallón
Begoña y Edita, maestras de profesión y micólogas de pacotilla, después de varias salidas infructuosas por parajes habituales, cambian de rumbo. Pertrechadas con el instrumental pertinente, incluidos navaja con cepillo incorporado y rastrillo telescópico de fabricación doméstica, se echan a la carretera en busca del bosque encantado, siguiendo las instrucciones de un viejo cazador.
No sin dificultades, llegan, por fin, a la meta. Efectivamente, es un fantástico monte con abundantes pinos y caducifolios, ideal para que los hongos crezcan a sus anchas. Y así es: los hay de todas las formas y colores, ¡pero ninguno para el cesto!
Exhaustas y desalentadas, ya de retirada, tropiezan con un grupo espectacular de setas moradas. No logran identificarlas; podrían ser lepistas o cortinarius, pero no lo parecen. ¿Y si fuera una especie desconocida? ¿Y si este hallazgo las convirtiera algún día en protagonistas del libro gordo de micología? Antes de abandonar semejante tesoro, lo fotografían desde todos los ángulos y lo bautizan, utilizando para ello fragmentos de sus propios nombres, por si pasan a la historia…
Ya en casa, y mientras no averiguan el protocolo a seguir, deciden patentar su descubrimiento en un microrrelato de concurso.
Buen tema para introducir una palabra nueva. El final es buenísimo. Saludos.
Como siempre, el otoño da para mucho: paseos, comidas, charletas, monte, ríos, ¡SETAS! y microrrelatos como éste que nos hacen jugar, pensar, disfrutar y hasta… ¡soñar con la fama!
Una micóloga de pacotilla.
Muy apropiado para la época del año en que estamos. No se si será comestible y paletalmente agradable, pero te aseguro que si es leible y sugerentemente agradable.
Suerte.
Yo como ellas no me las comería. O mejor se las daría a probar a ese viejo cazador.
Y que el me diera su opinión. O tal vez otro lugar en el bosque donde buscar.
Saludos. Virtudes
Muchas gracias a los que se han molestado en leer y comentar mi relato.
Edita.
A mi que me encanta ir a buscar setas, esas me han interesado. En un bosque encantado no es para menos.
Suerte y recibe mis saludos.
Relato simpático, veo unas protas muy cercanas y eso es un mérito.Un narrador que se inmiscuye me encanta. La frase final, sin embargo, no dice mucho.
Un abrazo.
No sabes cuanto he disfrutado de tu relato.
Me encanta buscar setas (alguna conozco) y me veía a mí misma en tu peripecia.
Suerte.
Un abrazo.
Edita, delicioso relato!! Seguramente entrará en el libro gordo de la micología!
Un saludo!