49 Haced el amor y no la guerra (Begoña Heredia)
Septiembre. Cumplías dieciocho años, comenzaba una guerra. Las calles alborotadas, tu pelo libre sobre los hombros. Mi padre escondía sus documentos, yo mis manos bajo tu falda. Mi abuela junto al fuego lloraba, yo sentía el calor de tus muslos. Mi hermano mayor intentaba calmar los ánimos, yo tembloroso ponía en práctica sus enseñanzas. El ruido de las bombas resonaba en el pueblo, tus gemidos excitaban mis labios. Mi familia en casa, yo descubriendo tu cuerpo en la caseta del molino. Salimos con las manos entrelazadas. Fuera un hombre nos apuntaba con un fusil. Ruborizada te colocaste bien la blusa ,y el vio la estrella que asomaba entre tus senos. Sin embargo sonrió, bajó el arma y nos dejó marchar.
Hay tres grandes elementos que mueven y conmueven: la guerra, el amor y la pasión. Incluso cuando se impone la primera, las otras dos hayan espacio, porque también son fuerzas poderosas. En medio del infierno dos amantes son capaces de crear un mundo propio y ajeno al entorno más hostil. En este caso, un combatiente ha dejado que venciese su lado humano y les ha permitido seguir con vida.
Un relato lleno de contrastes, con la pasión y el amor, vida en sentido puro, vencedor y superviviente de esa locura que se inventan los hombres para matarse en masa. Todo encabezado y resumido por un título, el lema hippie por excelencia, que le sienta como un guante.
Un abrazo y suerte, Begoña