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Los participantes con los alias: DRÁCULA y PRÍNCIPE ENCANTADOR
Rinden homenaje a Pinocho y la Ratita Presumida
Tendrán de plazo hasta las 23:59 horas de España peninsular del sábado 2 de Octubre del 2021 para escribir un microrrelato que cumpla con las siguientes bases:
- *Debes elegir 4 palabras, 2 de cada bloque (en vertical) de cuentos clásicos. Te proponemos 3 palabras relacionadas con 2 cuentos, tu seleccionas 2 de cada cuento. Se admiten variantes de género, singular/plural, diminutivos… Si escoges un verbo puedes conjugarlo.
- *Relato : 123 palabras MÁXIMO (título no incluido) y debe aparecer 3 de las 4 palabras antes escogidas.
- *Título : de la extensión que quieras, pero debe contener la 4º palabra.
Pinocho | Ratita presumida |
Mentir | Lazo |
Nariz | Gato |
Marioneta | Pretendiente |
Envía tu relato AQUI Recuerda que una vez enviado ya no se podrá editar el relato. Por favor, escribe las 4 palabras en mayúsculas.
Votación del encuentro (se activará cuando se hayan presentado los 3 relatos). Recordamos que solo se permite el voto a participantes del concurso y del blog. Uno no se puede votar a sí mismo.
El cascabel al GATO de PRÍNCIPE ENCANTADOR
Cuenta un érase una vez que estaba Pinocho de paseo por el país de los juguetes cuando apareció la Ratita presumida con un precioso LAZO malva y picardías con ligero a juego. A Pinocho, excitado, le empezó a crecer la NARIZ, para mayor alborozo de la ratita, que enseguida entendió que lo de MENTIR era puro cuento. Estaban a punto de consumar cuando llegó Pepito Grillo y les recriminó su actitud, pero Pinocho le mandó a paseo de un narizazo, aduciendo que estamos en pleno siglo XXI y ya era mayor de edad. Enseguida alumbraron ratoncitos, todos preciosos, de madera y hermosas narices, con las que atizaban sin piedad a Pepito Grillo, a quien acabaron colgando un cascabel para que nunca más volviera.
El juego del GATO y la ratona de DRÁCULA
En busca de ser elegido por la visitante, enseñamos nuestros atributos viriles a través de los barrotes. Opta por mí. En el venusterio, ella tiembla. Le MIENTO al decir que solo debe temerme en la cama. Ríe con esos dientotes frontales. Para esas solteronas, somos su única opción de sexo. Igual que ella es mi oportunidad para salir de aquí. Se lo propongo en cada encuentro. “Imagíname en tanguita en tu cama”. Escoge al apodado “Pinocho” —¡Y no por su NARIZ!— y le paga la fianza. Me fugo y voy tras ellos, cordel en mano, hasta el motel. Como mi marca personal, ato el LAZO alrededor de sus cuellos. Al capturarme, regreso al presidio con una condena nueva por doble asesinato.