69. Miedo (Aurora Rapún Mombiela)
Empecé a sentirlo el día en que encontré a mi mujer muerta en el salón. Los síntomas, que se repiten desde entonces, suelen ser siempre los mismos: escozor en la garganta, lagrimeo, opresión en el estómago y dolor de cabeza. Puede durar segundos o días. Hubo una ocasión en que el ataque fue especialmente virulento, cuando detuvieron al asesino y lo reconocí. La impresión fue tan fuerte que todavía me asalta y me deja sin resuello. Sobre todo cuando vuelvo a reencontrarme con su mirada extraviada, las pocas veces en que me atrevo a mirarme en un espejo.
En la mente de tu protagonista cohabitan dos personajes: un monstruo destructivo, junto un individuo que se asombra de albergarlo dentro, como si fuese un extraño, sin que pueda hacer nada por detenerlo. Es lógico que sienta miedo de sí mismo, de ese depredador, esa parte suya oscura a la que no sabe poner límite. Lo que hizo fue terrible. Alguien capaz de algo así puede volver a repetirlo.
Sentimos miedo hacia lo que no podemos controlar y es inevitable, como la muerte. El temor de tu protagonista por lo que pueda desatar es lógico y terrorífico.
Un abrazo y suerte, Aurora
Efectivamente, Ángel. Algo terrible que habita en su interior y que le hace sentir miedo de sí mismo cuando adquiere conciencia de ello.
Un abrazo fuerte.