COPA ENTC 2022 / ENCUENTRO R2 / 13
Encuentro R2/13
JAVIER ARROYO / M. SERGIA MARTÍN / ERNESTO ORTEGA
Cada uno de los participantes señalados anteriormente tendrá que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 102 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora local peninsular española) del JUEVES 12 DE MAYO
cumpliendo las siguientes condiciones:
CONDICIÓN 1:
UNA HISTORIA… ILUSTRADA
El relato tendrá que estar inspirado en cualquiera de las dos ilustraciones que os adjuntamos en la imagen superior (puedes ampliarla haciendo doble click sobre la imagen).
CONDICIÓN 2:
ALGO FANTÁSTICO
Será obligada la presencia, de manera puntual o desarrollado a lo largo de todo el relato, de algún elemento fantástico .
CONDICIÓN 3:
UNA PALABRA EN LA ÚLTIMA FRASE.
La última frase tendrá que incluir obligatoriamente la palabra
CUATRO
Podrá ir en cualquier lugar de la la frase y aparecer con cualquier variación de género o número posible.
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Tendréis que pegar vuestro relato como comentario a esta entrada del blog. Cuando los tres relatos hayan sido publicados, abriremos el enlace a la VOTACIÓN POPULAR mediante un formulario en el que podrán votar todos los usuarios de ENTC (participantes de la Copa ENTC 2022 o no) salvo, lógicamente, los jugadores implicados en este encuentro. La votación permanecerá abierta hasta el viernes 13 de mayo.
Consultadnos cualquier duda. Hay tiempo.
REVISAD BIEN EL TEXTO ANTES DE PUBLICARLO PORQUE, UNA VEZ HECHO, NO HABRÁ POSIBILIDAD DE CORREGIR NI REEDITAR.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
La ofrenda
Sara acaba de parir. Conjuró a los dioses el día en que la medicina la declaraba estéril. Aún le supura el cosido del vientre, pero debe presentar su ofrenda en los plazos pactados. Arrastra del brazo a una cría que grita, llora e intenta morderla. Si piensa en lo que sufrirá su madre al echar en falta a la pequeña, se siente despreciable por haber reclamado un hijo con tanta fuerza. Ya queda poco para que cesen dolor y remordimientos. El caldero está encendido y el humo aguarda trazando decenas de laberintos.
Serán solo cuatro niños más y su deuda quedará saldada.
El príncipe encantado.
No os burléis, querido príncipe, al saberme encerrado bajo este sombrero, vuestro hechizo no es mucho mejor. Poco después de casaros y besar a la novia —esa atolondrada de Ginebra que tanto amáis y tan poco os corresponde— vuestra piel tornará grisácea y os crecerán membranillas entre los dedos, barrigón y una enorme papada. Os expulsarán de palacio y tendréis que iniciar una nueva vida en una ciénaga de un lejano país. Allí seréis el hazmerreír del populacho hasta la unión de las cuatro repúblicas y un juglar, al veros cabizbajo y triste, os cantará: “Las niñas ya no quieren ser princesas…”
¿Te quieres coser conmigo?
Quería pasar el resto de mi vida a su lado. Pero de verdad, no como esas parejas que se juran amor eterno y se casan para separarse poco tiempo después. A nosotros eso no nos iba a pasar. Así que me atreví a pedírselo.
Como me contestó que sí, acudimos a la mejor costurera que, cortando de aquí y estirando de allá, con hijo y aguja, puntada a puntada, fue cosiendo nuestras vidas por la espalda, hasta unirnos en un único ser. Ha pasado mucho tiempo y aún seguimos juntos, aunque no nos podamos ni ver. Y eso que tenemos cuatro ojos.
¡Qué buenos los tres!
Buenas historias… ¡Viva la imaginación! (y el buen escribir)