24. METAMORFOSIS (Mariángeles Abelli Bonardi / Relato fuera de concurso)
Después de setenta balcones y ninguna flor, su aventura en miniatura se le vuelve enorme… ¿Qué bicho te picó?, se recrimina, sabiendo que no puede arrepentirse… Bicho raro: así la ha tildado la colonia, por eso, bien avituallada, partió sin mirar atrás.
El miedo amenaza con hacerle pupa, pero ella camina y se repite «a otra cosa, mariposa», ¿no es acaso un insecto social? Beber de una gota de rocío le aclara la mente: el balcón setenta y uno tampoco tiene flores, pero sí una mesita verde, a juego con dos sillas, que se ve de lo más desafiante… Asciende por una de las patas y ve que ya no está sola: la pierna tiembla bajo el jean, garabatea la mano, divaga la mirada por el cielo hasta posarse en ella… Comienza a correr… ¡De seguro que la mata! Pero entonces, la punta del bolígrafo la intercepta y la posa en la hoja… Camina la rayada superficie, y a medida que lee, advierte lo que ha pasado: ya no es una simple hormiga, sino el deseado bichito de la inspiración…
Cualquier objeto o ser, por diminuto que sea, puede convertirse en objeto de inspiración, la prueba es este otiginal relato.
Un abrazo y suerte, Mariángeles.
Hola, Mariángeles.
Es una pena que tu relato quede fuera de concurso, pero a la vez es de agradecer que no se haya quedado en el tintero, pues de lo contrario no habríamos podido disfrutar de esta pequeña joyita.
Está claro que las coincidencias existen, porque hace bien poco reflexionaba, al hilo de una conversación, sobre el hecho de que no hay historia pequeña y que cualquier historia individual es en sí excepcional y única.
Solo me queda felicitarte por esta «Metamorfosis» que es pura metáfora y en la que nos muestras un viaje del héroe de lo más poético e inspirador.
Un cálido abrazo, estimada amiga argentina.
Mariangeles, es francamente bello y original.
A través de tus líneas, es maravilloso poder recorrer el mundo mágico, al que nos lleva tu sensible creatividad.
Hola, Mariángeles, he acompañado llena de curiosidad a esa hormiga tan decidida, capaz de abandonar la colonia en busca de nuevos horizontes hasta convertirse ni más ni menos que en musa inspiradora de ese/a escritor/a. Lo has contado de una forma preciosa. Besos desde Pamplona.
Querido Ángel: es así como decís, y en ese sentido, la hormiguita ha sido toda una musa inspiradora…
Me complace enormemente que el relato te parezca original… 🙂
Otro abrazo y suerte para vos,
Mariángeles
Querido Barceló: es cierto, en esta ocasión el micro queda fuera de concurso, pero a cambio, gano el poder aprender cómo es esto de ser jurado, y eso, como dicen los de Mastercard, «no tiene precio»… 😉
Me encanta que el micro te parezca una joyita – eso de por sí ya es todo un premio) -, y concuerdo totalmente con tu reflexión; cada historia es única en sí misma, y no hay historia pequeña, por pequeña que parezca (nosotros los
microrrelatistas, agradecidos, jaja).
Me encanta tu visión de esta historia de mi hormiga como un viaje del héroe, porque hay que ser un héroe- o una pequeña gran heroína, en este caso)-, para inspirar a una mente bloqueada queriendo escribir…
Gracias por el cálido abrazo, que me viene más que bien (en este lado del mundo ya tenemos unos fríos terribles…)
Yo te mando un abrazo bien, pero bien fresquito,
Mariángeles
¡Muchas gracias, Ale! No sabes la alegría que me da encontrar tu comentario en este espacio tan querido para mí… y me encanta que el micro te parezca bello y original… 🙂
Besotes O:) O:)
Querida Juana: me encanta que una hormiguita tan pequeña pueda despertar una curiosidad tan grande, y más aún que su historia te parezca preciosa… 🙂
Besos desde la Patagonia Argentina O:) o:)
Mariángeles´
Maravilloso, un disfrute total que puedo repetir cada vez que quiera.
¡Muchas gracias, Isabel! Qué gusto que te parezca maravilloso…😊😊 Aquí seguirá la hormiga-musa, esperando siempre tu visita. Besotes😘😘😇😇
Hola, Mariángeles
Qué metamorfosis más bien contada, me ha encantado el viaje, es fantástico, en especial la frase: beber de una gota de rocío le aclara la mente. No sé si conoces las fotografías de Miki Asai, hay una de una hormiga, es preciosa,que quedaría espectacular acompañando tu relato. ¡Genial!
Abrazos
¡Hola, Aurora! Apenas leí tu comentario, googleé a Miki Asai y quedé deslumbrada: la foto que encontré es la de una hormiga parada en un pétalo rosa, bebiendo de la gota de rocío, cuya superficie reproduce los rosas y demás colores que la rodean… Obvio que la entrada que armaré en mi blog, ni bien termine la convocatoria, tendrá esta foto tan hermosa que me sugeriste…
Me encanta que te haya encantado la frase y te parezca bien contada la metamorfosis, porque al principio el tema se me resistía, pero por suerte logré encontrarle la vuelta y aquí estamos las dos, leyéndonos mutuamente…
Más abrazos para vos 🤗🤗😇😇
Un ser tan diminuto como una hormiga, debido a su curiosidad y su valentía, se convierte en la musa que inspira la escritura.
Es una idea preciosa y original esta metamorfosis. Ha resultado un relato original y delicioso.
Besos, Mariángeles.
¡Muchas gracias, Carmen! Ciertamente es algo grande que una curiosa y diminuta hormiga pueda inspirar unas letras, así que no me puedo quejar, al contrario…
Qué gusto que te parezca preciosa la idea y original la metamorfosis, que después de la de Kafka, se nos hace un poquitín más difícil… 😉
Más besos para vos 🙂
Muy bien hilados los dos temas propuestos. Nada mejor que un microbicho, convertido en musa, para protagonizar un microrrelato. Y si la historia ocurre en un balcón, mejor que mejor.
¡Muchas gracias, Edita! Lo del hilado, si lo hubiera hecho a conciencia, no me hubiera salido tan bien creo yo, jaja… Recordé el poema de Baldomero Fernández Moreno, «Setenta balcones y ninguna flor», y a partir de ahí, el micro fue saliendo solo…
Me alegra que te haya gustado. Besos😘😘😇😇
Estimada Mariángeles, te devuelvo tu visita, aunque con muuucho retraso, agradeciéndole a esa hormiga, que lejos de salvarse de una muerte segura, te inspirara este original relato.
Que te sea leve 😉 tu labor como jurado.
Un abrazo grande
¡Muchas gracias, Rosy! «Tarde pero seguro», dice el refrán. Me alegra sobremanera que el micro y su hormiguita te gustaran…
Besotes😘😘😇😇