38. EVOLUCIÓN NATURAL (Rafa Olivares)
Mi bisabuelo, Artemio Pulido, fue quien, a finales del XIX, tuvo la visión empresarial. Pensó que aquel sería un negocio muy estable y seguro, solo alterable, siempre para bien, en caso de guerras, epidemias o accidentes multitudinarios. En cualquiera que se le cruzara por la calle podía ver, más tarde o más temprano, a un futuro cliente. Así que fundó Mármoles A. Pulido, especializado en lápidas para surtir al cementerio del pueblo. Mi abuelo, Apulecio Pulido, fue el que amplió las instalaciones y absorbió a otros talleres de la competencia, con lo que se hizo con el monopolio de lápidas en toda la comarca. Después, mi padre, Avelino Pulido, abordó la modernización de la empresa con la incorporación de tecnología digital para el corte, pulimentado, biselado y rotulación de las losas de mármol o granito, mejorando eficiencia y rentabilidad. Mármoles A. Pulido se convirtió en un emporio familiar con un gran capital. Ahora yo, Apolonio Pulido, último descendiente, he querido reorientar la actividad y, sin abandonar el gremio, me dedico las veinticuatro horas del día, con ahínco y resultados satisfactorios, a dilapidar.
Tu protagonista ha tenido dos herencias de sus ancestros: un nombre poco corriente y una empresa bollante. El nombre lo ha mantenido, la empresa le sirve para mantener su tren de vida. La «evolución natural» de un imperio es que acabe disuelto, dilapidado, aunque se base en las lápidas, él es el encargado de que lo que tiene que suceder suceda.
Un relato que juega bien con el doble sentido, apropiado para la fecha en la que los has publicado. Un abrazo y suerte, Rafa.
Varias vidas entre lápidas tendrían que llevar en algún momento a dilapidar. Y le tocó al bueno de Apolonio.
Gracias, Ángel, por tus siempre amables y certeros comentarios.
Un abrazo.
Hola, Rafa.
Este relato te ha quedado de diez. Lo que cuentas, magistralmente, por cierto, es algo muy común en la vida real. Los negocios heredados, demasiadas veces pasan a manos de personas que, lejos de respetar y continuar el legado, se dedican a malograrlo. Es cierto que a veces ese legado puede ser más una obligación para la que no se tiene vocación, gusto o capacidad, llegando a suponer más una pesada carga que un beneficio y desencadenando incluso aversión o repudio.
Me ha encantado tu propuesta, tan bien hilada.
Un cálido saludo.
Pelín exagerado te encuentro, Ángel, en tus elogios, pero me alegra que te haya gustado. La evolución de la mayoría de empresas familiares parece que responde al patrón que sigue el cuento.
Muchas gracias por comentar y otro cálido abrazo para ti.
Tocayo, menudo arte literario exhumas bajo ese seudónimo familiar de artista fúnebre. Un texto bien Pulido, bien llevado, con habilidad y con gracia. Y di que sí, lo mejor que puede hacer el protagonista, ya que es el último de la saga, es seguir eso de «el muerto al hoyo y el vivo Apolonio». Me ha encantado, Rafa. Suerte y abrazos.
Tanto esfuerzo acumulado generación tras generación, encuentra su sentido con la llegada de Apolonio que sabe dar con el mejor destino a ese capital atesorado.
Gracias, Rafael por tu generoso comentario.
Un abrazo.
Gran micro, Rafa. Me ha gustado conocer a los Pulido. Muy bueno.
Un fuerte abrazo
De los Pulido de toda la vida. Gracias, Javier.
Un abrazo.