52. Mediciones
He buscado y no he encontrado a nadie capaz de describir un descampado. Por eso acabamos por llenarlos de cemento y de palabras. De no hablar las cosas y empeñarnos en callarlo todo, a golpes como en un combate amañado, le dimos a lo nuestro la capacidad de destruirse a sí mismo. Tu voz es ahora una campana que me despierta del sueño, pero que no hace ruido. Silencio.
Si no hubiéramos cometido el error de medir el tiempo con números. Si usáramos canciones para contar el paso inevitable de los días. Si el ritmo, la cadencia o la palabra exacta dieran paso a las estaciones. Si en vez de momentos juntos, hubiéramos vivido estrofas. En vez de años, haría solo versos que no te veo.
Es precioso, Miguel, y tan certero como una flecha que da en el centro de la diana, en este caso del pecho.
Felicidades.
Tu relato tiene una frase inicial deslumbrante, y me ha gustado como transitas de ahí al argumento del texto, cómo lo tratas y el broche final, que es realmente precioso. Enhorabuena y que llegue lejos.
La falta de comunicación es un mal que acaba pasando factura. Es difícil reparar los canales que se han roto, tu protagonista no lo intenta, sabe que solo le queda lamentarse. Sin embargo, las palabras a veces tampoco son solución, muchas están vacías, no dicen nada, solo llenan en falso.
Se ha escrito y se escribirá siempre mucho sobre el desamor, la originalidad puede venir de la forma de contarlo y la tuya es única, entre el surrealismo y el lirismo, con un pincel fino y preciso.
Ya sabes, encantado de leerte siempre.
Un abrazo, suerte y felices fiestas, Miguel
Un micro con medidas precisas y preciosas…
Me encantó🥰🥰
Besos😘😘😇😇
Un relato de belleza lírica, con esa brillante idea de sustituir años por versos.
Enhorabuena, Miguel. Mucha suerte y abrazos.
Que forma tan bonita de contar una historia de desamor, siempre tan triste. Te felicito. Nos leemos.