79. Canallas anónimos
De pequeño, para que no me vieran, me tapaba la cara con las manos. De mayor, siempre he conseguido las cosas que quería a escondidas. Mis padres sufrieron mucho con mi carácter. En una ocasión, simulé mi secuestro y ellos, temiendo que pudieran matarme, pagaron un rescate millonario que yo derroché en locuras juveniles.
Menos mal que fui un buen estudiante, al terminar la carrera, cómo sabía que el futuro estaba en las pantallas, no me costó encontrar el modo de ganarme la vida. Desde entonces me dedico a enviar, de forma masiva, mensajes con enlaces que me permiten desplumar a los incautos.
Pero, lo mejor que me ha pasado ha sido encontrar al amor de mi vida. Conseguí conquistar a la que hoy es mi mujer con cartas y regalos anónimos. Después de casados, cómo sabía que le hacía ilusión, continué enviándole flores sin identificarme.
Hoy, al verla feliz con un ramo de rosas rojas en una mano y una nota con un “te quiero” en la otra, casi me desmayo. Juro que si encuentro a ese canalla que quiere robármela lo mataré.
Será que el pez por la boca muere o en realidad alguien lo reemplaza. Como sea lo merece. muy bueno tu micro. Un abrazo