5. MIMETISMO (Mariángeles Abelli Bonardi)
Dado mi sutil y encantador aspecto, podría decirse que vivo de las apariencias. Flor entre las flores, atrapo a los incautos, voraz como una mantis orquídea.
No nazco con disfraz, sino que lo construyo, volviéndome parte del ambiente, igual que el cangrejo decorador a la hora de esconderse y de cazar.
Maestro del camuflaje, imito a otros, como hace el pulpo mimo con peces y medusas, y así, moviéndome lo justo, como el alga que es foliáceo dragón de mar, paso tan inadvertido que han tardado mucho, muchísimo en identificarme, tanto, que los estudiosos aún no acuerdan mi extensión, y mucho menos, mi nombre…
Con humor siempre cambiante, te espero en la última palabra, para mostrarte a ti, y a tus ojos lectores, mi verdadero yo.
Creemos que siempre somos los mismos, pero estamos en constante cambio y adaptación. Según las circunstancias nos comportanos de una forma o de otra. A esa asimilación con el medio algunos lo llaman evolución. Ese «yo» nos lleva a veces también a algunos a leer y escribir, a aprender y a practicar, a disfrutar de historas que otras personas han escrito, como sucede con tu relato, que ha dejado a mi pequeño yo un buen sabor de boca.
Un abrazo y suerte, Mariángeles.
Hola, Ángel. Me alegra que el micro le haya dejado a tu «pequeño yo» un buen sabor de boca. Es así como decís, aunque creamos ser siempre los mismos estamos en adaptación constante al medio, aunque en ese aspecto, creo que la mantis orquídea, el cangrejo decorador, el pulpo mimo, el dragón de mar foliáceo y, sobre todo, el microrrelato, nos ganan por goleada: todos ellos trampantojos vivientes que revelan por soprpresa, y a ultimísimo momento, su verdadero yo…
Besotes, amigo 😘😘😇😇
Si bajara a tu Neuquén desde mi Rosario natal, seguro no te reconocería aunque pasara a tu lado así que solo queda disfrutar tu relato que me deja pensando. Un gran abrazo y suerte.
Seguramente, Moli, a mí me pasaría lo mismo, pero bueno, en principio, eso tiene solución: yo conozco tu cara por acá, y vos podés ver en el Face de los Entecianos la foto mía que subí con motivo de el día mundial de ENTC… 😉
Me alegra que disfrutaras del relato y, sobre todo, que te haya dejado pensando…
Más abrazos y suerte para vos🤗🤗😇😇
Hola, mi estimada Mariángeles.
Te diría que he tardado en comentar tu relato porque me resulta complicado encontrar un ratito y no te mentiría, pero es que además llevo varias lecturas intentando desentrañar quién o qué es lo que se mimetiza camuflándose tan hábilmente como nos cuentas. Me temo que me he complicado la vida dándole vueltas a mil explicaciones metafóricas, aunque también puede ser que lo me pasa es que no doy para más.
Bueno, siempre digo que es bonito que un mismo relato tenga tantas lecturas como lectores. Yo he extraído las mías y todas me han encantado.
Quiero desearte un magnífico 2023 y, como siempre, te envío un cálido abrazo (o uno bien refrescante, supuesto que allí es verano).
Hola, querido Barceló. Valoro sobremanera que hayas encontrado un ratito para comentarme, y más teniendo en cuenta que no terminás de desentrañar quién es ése que se mimentiza, y tan bien…
Me parece que a la famosa frase de que «las apariencias engañan» me la tomé demasiado literalmente y es ahí donde se me fue la mano, por eso no termina de entenderse de quién se trata, a ver si logro explicarlo con el final de la introducción enteciana al tema que nos ocupa, y cito: «…no podemos olvidar que el microrrelato es ese género que se divierte escondiendo la realidad tras la apariencia y espera hasta la última palabra, incluso más allá, para desenmascarar una identidad auténtica e inesperada…»…
Lo que hice- o pretendí hacer, porque evidentemente no me salió- fue hablar del microrrelato, que el microrrelato se presentara a sí mismo, comparando sus características con las de los animales que logran mimetizarse (en este caso, los qué él mismo nombra y describe), por eso, dice que los estudiosos aún no acuerdan ni su extensión ni su nombre y que te espera «al final, en la última palabra, para mostrarte a ti, y a tus ojos lectores, mi verdadero yo»… El microrrelato es, desde mi punto de vista, ese animal mimético, fascinante e inaprehensible, que no se deja encorsetar y, al día de hoy, a todos nosotros nos tiene escribiendo…
Espero que esta larga explicación haya aclarado algo más las cosas…
Como siempre, es un gusto charlar con vos. Te retribuyo el refrescante abrazo con uno bien calentito…
Besos😘😘
Mariángeles😇😇
Mariángeles, cuando he leído tu relato, estaba bastante desconcertada y no lograba descubrir tu verdadero yo. Una vez leídos los comentarios, se ha hecho la luz. No obstante, lo has contado de una manera tan enigmática como el yo que se mimetiza con palabras. Enhorabuena y mucha suerte. Besos.
Hola, Pilar. Te agradezco la deferencia que has tenido al comentar mi relato, y más aún sabiendo lo desconcertante que te resultó al no lograr descubrir quién era el yo que se mimetizaba, hasta que los comentarios te aclararon las cosas… Probablemente retaceé más pistas de las debidas y las que puse no alcanzaron para completar la lectura (a sabiendas, la referencia al desacuerdo sobre el nombre – microrrelato, microcuento, microficción, etc, y la extensión – una página, una página y media, etc). Eso mismo que te pasa a vos con mi micro, me pasa a mí con el del hijo único, que no me he animado a comentar; a todos los que lo han hecho les resulta clarísimo y yo, por más que leo y releo, no lo termino de entender; evidentemente eso no dicho, es un dato que falta en mi conocimiento lector, de ahí que no termine de desentrañarlo… En, fin, a veces pasa.
Mil gracias por la lectura.
Suerte y besos para vos😘😘
Mariángeles😇😇
Voraz, cazador, maestro, movimientos justos, humor cambiante,…¡Qué bueno, Mariangeles! Tu texto es un trabajo de precisión como la maquinaria de un reloj suizo, como un micro, está genial. A mí que me fascinan los libros ilustrados, esos libros gigantes de tapas duras que no caben en ninguna estantería y tienen pocas páginas de papel grueso, me lo he imaginado con todos los seres que mencionas dibujados, medio camuflados, combinando las palabras con las imágenes, ohhhh qué chulo, me ha encantado.
Abrazo
Hola, Aurora. Libros ilustrados de ésos, tengo en mi biblioteca, tanto los gigantes que a vos te fascinan como los pequeños, diminutos, que caben en la palma de la mano; muchísimos de ellos llenos de seres que parecen animales y animales que parecen seres fantásticos… Este micro ha tenido tan variada recepción – algunos, como vos, lo entendieron perfectamente, y otros, por el contrario, no lo pudieron entender -que he pasado por todos los estados de ánimo, jaja, así que no puedo negar que me encanta que te haya parecido chulo… 🥰🥰
Besos y abrazos para vos😘😘🤗🤗
Mariángeles😇😇
En la primera lectura, pensé en que hablabas de las historias, que no están del todo escritas hasta que el lector les pone punto y final y a veces, lo que para quien lo escribe acaba en un valle, para el que lo lee se eleva hasta las nubes. Luego he sabido que hablabas del microrrelato, y me ha encajado perfectamente. No acabaré sin decirte que el símil de las algas me parece estupendo.
Mucha suerte, Mariángeles.
¡Muchas gracias, Paloma! No te das una idea de lo feliz que me hace que el micro te haya «encajado perfectamente» y saberme bien interpretada… Y sí, es un microrrelato que habla sobre el microrrelato, ya sea sobre sí mismo u otros como él, y que por cierto acaba en valle o se eleva hacia las nubes, dependiendo de quien lo lea y, mediante su lectura, logre o no completarlo…
En cuanto al símil de las algas que tanto te ha gustado, basta que busques en Google «dragón de mar» y te vas a encontrar con un animalito precioso que, en efecto, parece un alga…
Suerte y besos para vos,😘😘
Mariángeles😇😇
Hola, Mariángeles, yo también confieso que me he tenido que ayudar de los comentarios para desentrañar el enigma que nos has planteado. Viéndolo ahora claro, la idea de la comparativa del microrrelato, mimetizándose con esos seres vivos que nos vas desgranando, me parece muy imaginativa y acertada. Has conseguido una verdadera adivinanza con esta apuesta tan súper original. Suerte con ella y besos.
Hola, Juana. No te preocupes, todo bien… lo último que yo hubiera querido conseguir hacer es una adivinanza pero en fin, qué remedio; a veces una ve las cosas más claras que lo que en realidad logra transmitir, no obstante, me complace que encuentres la idea original.
Como siempre, un placer leerte.
Besotes😘😘😇😇
Hola, Mariángeles, siento si con mis palabras te he causado cierta decepción. Estoy totalmente de acuerdo en lo que comentas sobre que a veces tenemos en nuestra cabeza ideas muy claras a nuestro entender, que sin embargo a la hora de transmitirlas no resultan tanto. Es uno de los retos a los que nos enfrentamos los que andamos entre palabras. A mí, sin ir más lejos, me ha ocurrido algo parecido en mi último micro. Quizás me he pasado de críptica. Para mí también siempre es un placer leerte. Besicos.