36. Piruetas
El hombre bala estaba distraído. Fue por eso que todos pensaron que erró el disparo. En vez de caer sobre la red atravesó un dulce de algodón, tres globos, un sombrero y una peluca rubia, la jaula de los leones, dos platos del malabarista, un aro de fuego, el hueco entre las trapecistas, el pañuelo del mago y la carpa del circo, saliendo, como era lógico, a la noche estrellada; pero en un giro brusco, e inesperado, volvió a entrar por la puerta siguiendo con la inercia. La orquesta mantuvo el redoble de tambores, conservando en todo momento el suspense, mientras el público ya no sabía si aplaudir o salir huyendo, hasta que con toda la precisión, suavidad y complicidad del mundo, fue a caer sobre los brazos tersos y robustos del hombre forzudo, que estaba a pie de pista, esperándole. La ovación duró diez minutos. La esposa del hombre bala, que temió por la vida de su amado esposo, abrazó llorando al hombre forzudo en agradecimiento. El circo era una explosión de júbilo. Qué sabía nadie de las vueltas que había que dar algunas veces para esconder algunas cosas.
El hombre bala, su mujer y el hombre forzudo forman un triángulo que parece ir más allá del puro espectáculo, del más difícil todavía. Es cierto que la vida da muchas vueltas, que a veces hacen falta auténticas piruetas para disimular según qué cosas. Este número circense revela una atracción oculta entre dos compañeros, aunque la espectacularidad sirva para mantenerlo oculto.
Un abrazo y suerte, Ana.
Muchas gracias, Ángel, siempre tan certero. Un abrazo.
Curiosa e inesperada historia, con disimulo incluído, de un amor prohibido mezclado con el disimulo del espectáculo para continuar existiendo. Un abrazo, Ana.
Muchas gracias, Gloria, me alegra que esta historia haya llamado tu atención. Un abrazo.
Hola, Ana. Tu micro me encantó y lo leí varias veces disfrutando cada vez y como un niño de la fantástica narración de la trayectoria del hombre bala y también del resto, impecablemente escrito.
Te confieso que lo hice con un poco de envidia, porque ni te imaginas lo que daría por poder plasmar un relato como el tuyo.
Enhorabuena y un cordial saludo.
Muchas gracias, Jorge, me alegra muchísimo que este micro te haga disfrutar tanto, al fin y al cabo esa es la finalidad, así que muy contenta de haberlo conseguido. Y no me envidies, que solo soy una aficionada en constante aprendizaje. Un abrazo.
Excelente propuesta. Original y con final sorprendente.
Suerte.
Muchas gracias, Yolanda, me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
La de vueltas a veces que hay que dar y lo mal que lo habrá
pasado sufriendo en secreto, tendrán que hablar claro estos tres personajes. Tendrán un amor digno de un circo. Suerte
Los sentimientos, que son muy puñeteros. Muchas gracias, Montesinos, un abrazo.