64. MÁS ALLÁ DE ORIÓN (Rosalía Guerrero Jordán)
Estela imagina como sería observar la constelación de Orión acercándose. Ir dejando atrás cada una de las estrellas que la componen. Desde el otro lado, quizás se vea diferente.
Desde que tiene memoria ha querido ser astronauta. Sonríe al recordar a aquella niña curiosa que pegaba posters del Sistema Solar en las paredes de su habitación; a la adolescente que cada noche escudriñaba el cielo a través del telescopio acomodado en su ventana; a la joven que no pudo cumplir su sueño y se quedó en tierra firme, transmitiendo su pasión a quienes pudieran alcanzarlo por ella.
Mira su mano llena de arrugas y le parece ver en ella a Casiopea. Desde hace un tiempo los únicos nombres que recuerda son los astrales. ¿Quién es ese joven que le habla? Su rostro le resulta vagamente familiar.
Agotada, cierra los ojos, y la máquina que la acompaña emite un pitido prolongado y agudo. Mientras vuelve a hacerse el silencio, en su retina se va formando la Vía Láctea.
Pronto atravesará Orión.
Dicen que en esta vida todo llega, aunque quizá no como se imaginaba y cuando menos se espera. Tu protagonista logra fusionarse con el Universo a medida que abandona su cuerpo.
Un relato esperanzador, en tanto lo que no se puede conseguir en la vida que conocemos es posible que llegue en otra dimensión quién puede negarlo.
Un abrazo y suerte, Rosalía
Preciosa manera de lograr un objetivo: fundirse con él y alcanzar los confines del univerdo envueltos en la luz de las estrellas. Hermoso relato, Rosalía. Un abrazo
Muchas gracias, Ángel. La verdad es que no me parece mala forma de pasar al otro lado: perderse en el espacio infinito rodeada de estrellas y galaxias.
Un abrazo.
Qué lírico Rosalía. Vas llevando al lector a través de la vida de la protagonista tan sólo con su pasión por las estrellas, hasta arribar a ese punto final que debería ser triste pero que no termina de serlo, sino que corona el micro con una guinda levemente dulce.
Enhorabuena y suerte. Besos.
Muchas gracias por tus palabras, Gloria. Al final Estela va a estar donde siempre quiso.
Un abrazo para ti también.
Muchas gracias por tu comentario, Ana María. Estela se merecía un final a la altura de sus sueños.
Un abrazo.