67. Un mechón blanco (Jerónimo Hernández de Castro )
No sabía qué le estaba ocurriendo. Su hermoso pelaje blanco se oscurecía por momentos. Era algo preocupante y perder la invisibilidad en las cumbres la hacía vulnerable. Un nuevo recubrimiento de cabellos castaños crecía en toda su piel y el cuerpo parecía de menor tamaño.
La metamorfosis no se detenía. Pronto el brillante y sedoso abrigo comenzó a caer cuando más intensa se hacía la cellisca y un rastro pardo agitado por el viento indicaba con nitidez sus pasos en la nieve.
Despertó sin sobresaltos rodeada de batas blancas en el hospital de una ciudad desconocida, con un aspecto muy diferente. Ahora que ha aprendido el idioma se gana la vida como monitora de senderismo y su vida es como la de las demás. Sigue una dieta equilibrada, se compra la ropa –aunque jamás tiene frío- e incluso va a la peluquería. Todavía no comprende ese afán de quienes allí acuden por teñirse el pelo de colores cuando las canas aparecen, y acaricia sonriente el mechón blanco que cubre su frente, el único vestigio de su etapa abominable.
Oh, la, la!! Todo menos abominable, este relato fantástico, fantástico relato.
Abrazo.
Gracias Aurora. No quisiera que pareciera abominable. Todo lo contrario. Nuestra protagonista sonríe porque aquella fue una buena etapa Un gran abrazo.
¡Qué original! Me gustaría conocer a tu mujer de las nieves. Un abrazo.
Muchas gracias Fernando! A mí también! tendría muchas cosas que preguntarle. Estuve con Manolo Romero recordando los viejos tiempos este fin de semana. ¡qué buenos momentos!
Muy bueno Jerónimo. El primer párrafo me tenía un pelín despistada: creí que se trataba de un animal mudando el pelaje de invierno. Me ha gustado mucho.
Suerte y saludos,
Gracias Ana! Buscaba un enfoque diferente espero haberlo conseguido y que te haya gustado. Un abrazo
Gracias Anna. Eso intentaba Al hablar de rastro en la nieve el abominable ( o mejor la abominable mujer) era una opción pero quería disfrazarla un poco. Un abrazo
Me gusta cómo está llevado el relato. Cuenta toda la historia pero nos deja con el regusto de la duda de qué había antes.
Gracias Miguel Ángel por tu comentario. Quería darle la vuelta a la historia de una yeti con una vida normal ¿qué pasaría en la época abominable? Un abrazo
Eso de la etapa abominable me ha gustado mucho: abres la puerta a la Yeti, pero también a que pensemos en cosas más truculentas. Me gustan los micros con posibles vías de lectura.
Saludos
Gracias Paloma. Hay un libro muy interesante de Umberto Eco «Obra abierta» donde dice que en el arte contemporáneo uno de los factores es la pluralidad de puntos de vista y la elaboración que debe hacer el lector. Me alegraría mucho si hubiera planteado algunas vías, sobre todo a esa etapa misteriosa de la protagonista, pero sobre todo si te hubiera gustado. Un abrazo
Cómo me alegro de haber conocido a genios como tú, que son capaces de plasmar tan bellos relatos en tan corto espacio.
Ojalá algún día haya un reencuentro.
Felicidades.
Begoña eres un sol. Lo del genio será por el mal genio jajajaja quizá soy un yeti disfrazado yo también. A ver si pronto nos encontramos para buscar el Quiz de la cuestión. El otro día coincidí con el quizzero Romero y recordamos los viejos tiempos. Un bico enorme
Enhorabuena Jero, más que abominable me parece muy tierna1!1 Un besazo
Gracias Cristina! A mí también me lo parece lo de abominable no le pega nada nada. Un beso
Jerónimo, muy bueno y original. Espero que en su nueva vida sepa lidiar con abominables humanos que seguro encontrará. Abrazos.
Muchas gracias por tu comentario Salvador. Seguro que la experiencia previa en el mundo salvaje le es muy útil en estos tiempos. Un afectuoso abrazo de yeti
Qué relato tan bueno, fantástico y contra-fantástico. Mis enhorabuenas compañero, una vez mas saludo al gran jefe Geronimo.
Gracias Mel. Aclaro a los amigos que aunque parezca broma lo del jefe Gerónimo es un piropo que me encanta Será nuestro secreto Mel. Nos leemos en el casino
ah ¿como? ¿piensas asaltar la banca?. Pues que sepas que me he comprado el traje de lentejuejas y los zapatos de tacón, la pistola para asaltar el casino la llevo en el liguero…
Entonces no tendré muchas posibilidades. Yo tenía el equipo de tahúr pobre preparado así que mientras están pendientes de ti -chica indómita- me colaré sin ser visto y huiré con el dinero 0,0 $…
Que buen giro a los relatos del Yeti, reconvertido en una guía amable y civilizada.
Me ha gustado mucho, felicidades.
Abrazos
Te agradezco mucho el comentario Asun. HE dado un vistazo a tu blog y me parece preocioso y de gran sensibilidad. Un abrazo de yeti
La «abominable mujer de las nieves»… Todo un hallazgo. Muy original y divertido el relato. Me ha llamado la atención desde el título, porque se da la circunstancia que yo tengo (tenía cuando el pelo era oscuro) un mechón blanco de nacimiento. Y, mira por donde, tengo publicado un relato que titulé «Un mechón de mi cabello».
Me alegra que te haya gustado el relato y es sorprendente lo de tu mechón y el relato. Al menos he conseguido llamar tu atención. Un fuerte abrazo y gracias por tu comentarioa
Llego un poco tarde y ya te han dicho un montón de cosas bonitas de tu relato.
No voy a ser muy original. Sólo decirte que es el que más me ha gustado de todos los que te he leído. Aunque al principio pensaba que hablabas de un animal como te han dicho arriba. Al acabar me salió una sonrisa por el resultado final 🙂
Ojalá que salgas ganador este mes y podamos seguir leyéndote más.
Esperanza me gusta mucho todo lo que me dices y que al final te saliera una sonrisa -sin ser cursi espero- es un premio estupendo. Todos los comentarios son bienvenidos y todas las cosas bonitas pero los tuyos siempre tienen algo de especial. Yo desde luego seguiré disfrutando de tus escritos. Un beso enorme
No me gusta leer los comentarios porque puede resultar que influencien, pero si me repito, es lo que hay. Me ha gustado mucho tu relato.
Suerte.
Besicos muchos.
Gracias Nani. Yo te repito mi agradecimiento desde luego y me alegra de veras cuando a alguien le gusta mi relato. Un beso grande
Hola, Jerónimo. Una historia original, interesante y bien contada. Me gusta cómo vas describiendo a tu protagonista, cómo avanza la narración. Consigues que no decaiga en ningún momento.
Suerte y saludos.
Gracias Rafa. Eres muy amable He. Intentado dar un enfoque distinto a una historia de yetis, intentando no perder ritmo. Un saludo cordial