22. RUTAS ALTERNATIVAS (A. BARCELÓ)
Mi sueño siempre fue triunfar como cantautor, hice lo que pude, pero no pasó. Cuando la vida me dio limones, en lugar de hacer limonada, los corté en rodajitas y se los fui añadiendo a un montón de cubalibres. Pronto entendí que me equivocaba de itinerario. Busqué otra senda y no me fue mal, hasta que, no entiendo bien cómo, volví a acabar en la cuneta. Pasé de limones y de amargarme la vida. Me colgué la guitarra y me la llevé conmigo a una zona turística. Allí, conseguí montarme un circuito de bolos por buenos hoteles. Ahora, disfruto lo que hago y, como hormiguita trabajadora, consigo vivir en invierno de lo que recojo en verano.
El otro día, al término de un concierto, se me acercó un tipo que dijo ser ejecutivo de la industria musical. Me confirmó que yo tenía madera, un poco antigua, pero que aún servía. Lo invité a una cerveza y rechacé amablemente sus propuestas. Cuando se marchó, escribí esta letra:
Creo en la ley del vino,
que aprendí a base de vivir.
Lo que vino,
vino como vino:
como tenía que venir.
Hay caminos que no se buscan,
ellos te encuentran a ti…
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Como pienso que sucede con la informática para los que entendemos poco, cuando algo funciona bien lo prudente parece no tocarlo, no sea que liberemos una avispero sin necesidad.
Despuès de probar varias rutas tu protagonista ha hallado la suya. Renunciar a ella en pos de algo mejor, en teoría, parece el paso siguiente, acorde con lo que tanto se recomienda ahora: abandonar la zona de confort, pero él se encuentra cómodo y no quiere correr riesgos. Como artista que es, de ello ha extraído inspiración, con las letras de una melodía que, visualmente, llaman a una forma geométrica que evoca una dirección, en forma de flecha, que ha decidido llevar.
Un relato que responde bien al espíritu de la frase: ‘Somos las decisiones que tomamos», con trabajo de orfebrería, en cuanto a la forma, incluido.
Un abrazo, querido tocayo. Suerte y buen verano.
Bueno siguió el camino que quería para conseguir susueño y en cierto modo claro que lo consiguió que se le ve en paz y feliz con su estado, que no es fácil. Suerte Ángel
Hola, Ángel.
Bueno, voy a tirar de frase de libro de autoayuda para decir eso tan manido de que «cuando se ha tocado fondo solo se puede ir en una dirección, hacia arriba» y de otro género distinto para referir aquello de que: la vida es sueño y los sueños, sueños son».
Siempre se dice eso de que si lo crees verdaderamente los sueños se cumplen, pero yo entro al detalle ¿cuándo y de qué forma? Mi protagonista ha encontrado algo que se parece mucho a lo que él llamaba sueño y parece que le llena, tanto o más. Y la reflexión es clara, no todos los caminos llegan a donde pensábamos que queríamos ir, pues la vida tiene múltiples direcciones.
Gracias por tus buenos deseos, aquí te mando los mejores que puedo enviar. Un abrazo, tocayo.
Señor Montesinos.
Agradecido por tu comentario.
Para ti también un clásico: «caminante no hay camino, se hace camino al andar». También una frase de libro de autoayuda: «no importa las veces que uno se cae, sino que siempre sumen una más las veces que se levanta. Y también una reflexión particular: que camino y destino comparten la misma terminación, pero son palabras distintas.
Otro abrazo para ti.
Querido Barceló: a este cantautor que soñaba con el estrellato, la vida le dio limones, y en vez de hacer la limonada aludida en el refrán, hizo unos cuba libres que por un buen tiempo le hicieron no solamente vaciar, sino ver vacío el vaso, pero si hay algo con lo que no contó este buen señor, fue con que esa bebida se le fuera transformando, por ponerle un nombre, en un rico lemoncello; no era ésa con la que él siempre había soñado, pero resultó ser más sabrosa y mucho más gratificante que la que el productor musical le terminó ofreciendo: le dejaba mejor sabor de boca y podía beberla en sus propios términos y palabras: las de la canción que escribió con forma de ánfora, y tan bella…
Moraleja: no sólo los caminos de Dios son inescrutables; parece que los de la música también… 😉
Besos😘😘
Mariángeles😇😇
Hola, Mariángeles.
Te cuento que la forma de la letra de la canción quedó así cuando activé la opción de centrado en el procesador de textos. Me gustó y así se quedó. Sí le aporta un plus o no al relato, vosotros los lectores lo decidís.
A Ángel Saiz le pareció una flecha o una joya, por la referencia al trabajo de orfebrería y a ti un ánfora. Me encanta que algo escrito por mí, pueda despertar vuestra imaginación. En todo caso, lo principal para mí es el mensaje de esa letra. Las joyas verdaderas sois vosotros que siempre me obsequiáis con vuestros impagables comentarios.
Agradecido siempre por tu maravillosa persona.
Un cálido abrazo, amiga argentina.
Hola, Ángel. Gran relato que nos marca que debemos tener claro qué queremos realmente de la vida.
Tu protagonista sabe apreciar lo que tiene, que no es poco: hace lo que le gusta, trabaja unos meses y descansa el resto del año en una zona turística. Es un hombre libre que no está dispuesto a cambiar su libertad por un contrato que le exigirá trabajar todo el año, posiblemente con giras agotadoras y la presión de seguir componiendo nuevas canciones. Es probable que con ello gane mucho dinero, pero éste no podrá pagarle el tipo de vida que ama y que es la que lleva ahora.
Enhorabuena por este relato y ¡Suerte!
Y pasando a otro tema.
Te agradezco mucho tu recomendación. Me esperaba un libro bien escrito, pero me encontré con mucho más. Disfruté de unas descripciones estupendas con una manera de adjetivar brillante, lo que fue para mí un reencuentro con mi vieja pasión, tronchada por mi pasaje por una página donde el mayor mérito era escribir un relato de 400 palabras sin usar un solo adjetivo,
Me deslumbraron las figuras geniales que utiliza, la descripción de una época y costumbres, algunas ya olvidadas, y otras que deberían haber desaparecido y sin embargo persisten. En el libro subyace una visión política que comparto y hay frases que te dejan pensando como: “España ya era franquista antes de Franco”.
Una buena historia con personajes muy humanos. Un relato en que todo es de calidad, hasta las recetas de cocina.
En cuanto a la descripción de lugares me faltó el gozo que te da el encontrar en una historia lugares que conoces bien. Lamentablemente, Albacete es una de las cinco o seis provincias españolas en las que nunca he estado, entre otras cosas, porque vivo en Montevideo.
Gracias nuevamente, Ángel.
Un abrazo.
Hola, Jorge.
Agradecido por tomarte el tiempo y la dedicación para ese acertado comentario acerca de la conveniencia de tener claras las prioridades en la vida.
No memos agradecido por aceptar mi recomendación literaria y por tus impresiones acerca de la lectura. Celebro mucho que te haya gustado.
Sobre mi tierra, ¿qué te puedo decir? que ojalá un día puedas conocerla de primera mano, seguramente, te gustaría tanto como a mí poder conocer, ni más ni menos, que Montevideo.
Un manchego y viajero saludo.
Hola Ángel. Precioso micro y bien trabajado. El arte no es más grande por su capacidad para extenderse, sino por su capacidad para emocionar, aunque solo sea para el público de unos hoteles o unos cuantos bares.
Preciosa y bohemia la ocupación de ese músico que nos ha enganchado desde el principio.
Un abrazo y mucha suerte
Hola, Alberto.
Disculpa no haberte contestado antes, desconecté de todo unos días.
Gracias por tu valoración tan favorable de mi relato.
Tendemos a idealizar situaciones como el éxito, la fama, el triunfo… y, muchas veces minusvaloramos lo que tenemos, sin darnos cuenta de quizá eso y no otra cosa pueda ser lo que nos haga felices.
Acudo pues a una reflexión particular para significar el acierto de este protagonista: el secreto de la felicidad puede estar en saber identificar con claridad lo que nos hace felices y cuidarlo.
Un cálido y agradecido saludo.