49. La promesa (Juana María Igarreta)
Sonia y Juan nacieron a la vez de los vientres sincronizados de sus madres gemelas.
En el edificio que compartían era habitual escucharlos llorar al unísono, y que sus llantos entraran en bucle por efecto del contagio. Circunstancia que hizo que ambos desarrollaran una envidiable capacidad pulmonar.
Sumaban pocos pasos sus zapatos cuando decidieron hacer de la voz su juguete preferido. En un descampado próximo a su casa, sirviéndose de cartones y viejos trapos como decorado, improvisaron un teatro. En él descubrieron que imaginando ser otros eran más que nunca ellos mismos. Y allí, contando y cantando, prometieron que un día sus nombres compartirían aplausos.
Más tarde el movedizo escenario de la vida adulta separó abruptamente sus caminos. Mientras Sonia bendecida por la suerte recorría medio mundo, la enfermedad paralizaba las cuerdas vocales de Juan. Pero éste supo armonizar el sufrimiento con la música que llevaba dentro.
El día del estreno de una de las obras de Juan en el Teatro Principal de su ciudad natal, Sonia, ovacionada y emocionada, no pudo evitar recordar aquella promesa infantil.
Tras la exitosa función, el viento se encargó de acercar hasta la tumba de Juan el eco de un aplauso interminable.
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Un relato que nos habla de compartir, comprometerse y luchar por un sueño. Una semilla vivida intensamente en la infancia puede generar una energía insospechada en la edad adulta. Tu protagonista se encuentra en el camino una terrible enfermedad, pero consigue “vencerla” de alguna manera y dejar algo perdurable capaz de emocionar a quien lo escucha. Incluso el viento quiere hacérselo saber más allá de la muerte. Enhorabuena, Juana María.
Un abrazo, suerte y feliz verano.
Hola, Josep María, sí, lo vivido en la infancia marca mucho y a veces predispone la vida adulta. Así ha ocurrido con estos dos primos cuyos caminos transcurrieron paralelos muchos años. Luego, a pesar de la enfermedad de Juan, los dos siguen de alguna manera manteniendo ese lazo que es la música. Sonia, interpretando la obra de Juan, hará que se cumpla la promesa que surgió de ambos. mucgas gracias por tu visita y palabras. Otro abrazo y muy feliz verano también para ti.
La inquietud natural, la propensión a hacer algo y hacerlo bien, es una fuerza poderosa, si se ponen los medios puede desarrollarse y ser digna de aplauso. A veces surgen imponderables externos no menos potentes, somos demasiado frágiles, no vamos a engañarnos pero el arte siempre perdura y encuentra un cauce. Cuando se hace en buena asociación con más personas se convierte en algo imparable.
La historia de una promesa cumplida, triste, pero también esperanzadora.
Un abrazo y suerte, Juana María
Hola, Ángel, pues sí , estos primos supieron aprovechar las dotes que ambos tenían para la música. A Juan la vida se lo puso más difícil, al no poder cantar por la enfermedad, tuvo que encontrar en la composición su salida. Sonia no olvidó aquella promesa y pudo cumplirla, aunque ninguno de ellos podía sospechar cuando la hicieron que el cumplimiento de la misma sería de esta triste manera. Gracias, como siempre, por tu fiel visita y palabras. Otro abrazo para ti.
Es muy enternecedor ver como dos hermanos se llevan tan bien en todos los aspectos. Muchas son las familias que por difertetnes motivos, en este caso podría haber sido la envidia, se hacen trizas, pero el relato es esperanzador, conciliador y solidario, deja un regusto prometedor. Suerte Juana
Hola, Manuel, me alegra saber que te produce ternura la relación que se da entre estos primos hermanos. Me encantan todos los calificativos que dedicas al relato y te lo agradezco muchísimo. Un abrazo.
Hola, Juana. Sonia y Juan me conquistaron ya desde su nacimiento sincronizado del vientre de sus madres gemelas, que los hizo hermanos de la vida, y luego de esa promesa cumplida- que la voz de Sonia cantara en un teatro lo que las cuerdas paralizadas de Juan ya no podían cantar y que el viento lo ovacionara más allá de la muerte, terminaron de ganarme por completo…
Yo, por el micro, te aplaudo a vos de pie.
Cariños,
Mariángeles😇😇
Hola, Mariángeles, qué ilusión que estos primos te hayan conquistado ya desde su nacimiento y no te hayan decepcionado después. Celebro que se entienda que Sonia no sólo asiste al estreno de la obra de su primo, sino que es ella la que la interpreta. Es lo que quería dar a entender. Lo de que el viento lleve la ovación hasta la tumba me pareció una suerte de consuelo para Juan, al tiempo que dejaba más reforzado el cumplimiento de la promesa. Mil gracias por tu generosa valoración del micro, hasta aquí oigo tu aplauso. Cariños también para ti.
Qué bonita historia y qué preciosidad de final.
Enhorabuena y mucha suerte
Hola, Alberto, pues lo único que puedo decirte es que tu comentario me llena de alegría. Mil gracias por leer y calificar así de generosamente el micro. Un abrazo.
A punto de acabar esta convocatoria y aunque devolverte tu visita era casi lo de menos, me alegra encontrarme con esta historia, tan emotiva, con un final tan tierno como noble. Me encanta el buen sabor de boca que me ha dejado.
Un abrazo, querida Juana, y suerte!
Hola Rosy, mil gracias por pasarte y comentar. Me alegro de que te parezca emotivo y que te haya dejado buen sabor de boca. Otro abrazo para ti.