10. Caramelos
Lola estaba harta de su móvil, de la batería y de las teclas que siempre fallaban (pulsaba dos y salía b).
Cuando se le apagó de repente, decidió que era momento de cambiarlo.
En la tienda, un vendedor amable le mostró uno de última generación. Táctil. Ligero. Extraplano. Una joya para dedos con artrosis. De carga rápida.
Podrá leer noticias, libros, ver películas, explicó el vendedor amable.
Pero a Lola esas cosas no le interesaban. Yo prefiero leer en papel y ver filmes en el cine, dijo.
El vendedor continuó con el tema de juegos integrados y con otro sinfín de cosas que Lola no escuchó. Por último, dijo el precio.
¿Tiene algún modelo más sencillo?, preguntó Lola.
El vendedor, entonces menos amable, sacó uno de fácil manejo y teclado grande. Modelo senior.
A Lola no le gustó y se quedó el primero. Aunque solo lo quiero para llamar, puntualizó.
Y lo cumplió. Hasta que pasó lo que pasó.
En el autobús, se sorprendió a sí misma leyendo noticias. ¿Qué estoy haciendo?, se recriminó. Miró horrorizada a ambos lados y lo apagó. Resopló. Luego, volvió a encender el móvil y, con manos temblorosas, jugó su primera partida de Candy Crush.
Qué tendrán las teclas y pantallas que acaban enganchando a todo el mundo, también a una anciana que lo último en lo que hubiese pensado habría sido en eso. Seguro que despierta gestos de complicidad entre los más jóvenes y de admiración entre los de su edad. Apuesto a que será habilidosa y ganará en reflejos con ese juego de caramelos virtuales.
Un relato al que aplicar lo de nunca es tarde, también lo de no decir nunca de ese agua no beberé, que no hay que cerrarse a nada.
Un abrazo y suerte, Aurora
Ángel, muchas gracias por tu comentario, es siempre enriquecedor. Bien cierto lo de ese agua no beberé…
Abrazo
Jajajaja. Me ha gustado este relato. Tan real. Cuántas veces decimo por ahí sí que no paso para luego desdecirnos. Muy bien contado, con mucha naturalidad.
Un saludo, Aurora.
Muchas gracias, María. Estoy contigo, muchas veces digo yo por ahí ni loca y termino pasando jajaja
Abrazo
Divertido y real. Mi entrada en las nuevas tecnologías fue muy parecida. Por unas cosas o por otras la mayoría caemos en sus redes. El mundo se impone…
Bien cierto lo que apuntas, el mundo se impone y de qué manera… Me ha gustado esa frase de la entrada en las nuevas tecnologías jajaja
Muchas gracias por tu comentario, Rosa.
Abrazo
Genial esa entrada de Lola. A día de hoy, no concibo mi vida sin tecnología. En unos pocos años se ha convertido en algo casi imprescindible. Por cierto, muy bueno el título.
Un abrazo y suerte.
Rosalía, es verdad hoy sería difícil vivir sin tecnología (sin caramelos jajaja)
Muchas gracias por tu tiempo para la lectura y el comentario.
Abrazo
Como ya te han dicho por aquí arriba, es una pequeña historia tan bien contada y tan miles de veces real que nos hace sonreír desde la frase de inicio. Por otra parte, me siento muy identificada y de hecho, este año me he inscrito en un curso de informática para ser un poquito menos dependiente.
Nos leemos.
Isabel Cristina, qué bien lo del curso de informática, pues me has dado una idea para hacer lo mismo…
¡Agradezco mucho tu comentario!
Abrazo
Muy buena historia, Aurora.
Ha cambiado tanto el mundo que ha obligado a los más mayores a reciclarse, a pasar por el aro de las nuevas tecnologías. Tengo una amiga de 90 años que reniega contínuamente del móvil y del ordenador.
Pero finalmente como ya los que tenía estaban obsoletos se compró los dos y para entenderlos una vez a la semana va a su casa un informático que le intenta poner al día: correo electrónico, wasap, facebook…
Y aunque sigue renegando de ellos, sin embargo es a través del móvil y del ordenador como contacta con su familia y amigos. ¡Nunca es tarde para aprender, aunque cueste!
Un abrazo. Gloria
Me ha encantado lo que has compartido de tu amiga de noventa años, ya me la imagino, ¡qué maja!
Mil gracias por tu comentario, Gloria
Abrazo
El mundo digital invade neuestra vida diaria y es muy difícil rechazarlo y dejarlo aparte, un uso con sentido común y sin adicciones le vendrá muy bien a tu personaje que parece que ya lo disfruta. Suerte, abrazos
Tienes razón, Manuel, el mundo digital y un uso con sentido común forman una gran alianza.
Muchas gracias por tu comentario.
Abrazo