58. Sauces, viudas y lágrimas sobre la tierra
Solía llorar como los sauces: sin saber porqué. Como los niños: por desconocer otra forma de expresarse. Como las viudas: sabiendo que era inútil.
Lloraba a escondidas, hundida en un cojín para que sus hijos no la oyeran. Lloraba como lloran las mujeres que acaban en las páginas tristes los periódicos, entre el incendio de una fábrica y la desaparición de un empresario.
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El dolor crecía y quemaba por dentro. Su alma se fue ennegreciendo como la de un minero y comenzó a hablar con el diablo sin bajarle la mirada.
Un día, como esperaba y temía, su marido apareció cabizbajo, mascullando disculpas. Las aceptó, pero no le dijo que la mujer que él buscaba había ido desapareciendo bajo los hematomas.
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Durante un tiempo, fingió y él decidió creerlo.
De forma inesperada, el último día volvió a llorar. De ilusión, quizá de nervios.
Lamentó que nadie pudiera verla en aquel paraje apartado y oscuro, bajo un viejo sauce, derramando lágrimas sobre la tierra removida. Reía y hablaba sola. Mientras, con inesperada pericia, clavaba la pala en el montón de tierra oscura y la hundía para cagarla, presionándola con un golpe seco de la suela de su zapato.
Una mujer destruida a golpe de dolor, físico y del otro. El hombre al que un día quiso, transformado en demonio y torturador. Ella reconstruida verdugo para liberarse seguramente tarde, para no volver a ser la misma nunca.
No solo es la historia, es la manera de contarla, la fuerza e intensidad que transmite. Un relato envidiable.
Un abrazo y suerte, Salva.
Querido amigo Ángel, fiel a tu cita con la inmediatez, apareces una vez más como 1° comentario bajo mi relato. ¡Eres grande, se mire por donde se mire!
Supongobque este micro de maltrato o deviolencia de gènero es un relato dw crecimiento y evolución, de ahí su estructura de sañtos temporales en la que, a cada salto, la protagonista cambia, imcluso hasta la transformación final.
De víctima a verdugo.
Más vale tarde que nunca.
Gracias, amigo!!!
Dale Salva, un a buena tirada, con el espiritu noble de la venganza y esa pala, ese golpe seco de la suela de su zapato que me ha sonado dentro de la cabeza, ufff. Suerte y abrazos
Este es un relato, como aquellas pelis de los 50 y 60, con Overtures, Intermission, Entr’acte and Exit music. La músi a xinal es una percusión con pala y el tip tap de unas lágrimas de alegría cayendo al suelo.
Gracias, amigo!!!