06. El secreter
Ahora, que estoy inmóvil sobre el abismo, te sientas a mi lado.
Tu rostro, una mezcla opaca de indiferencia y sentido del deber, no muestra rastro de emociones. Comienzas tu catarsis dibujando la historia de nuestra vida en el aire aséptico de la habitación.
Ahora, que ya no me alcanza el habla para replicar.
Me asombran los capítulos donde nuestros recuerdos divergen de tal modo que me pregunto con quién vivías, con quién viví en realidad.
Ahora, que no viviré más.
No te reconozco en las hazañas que guardabas bajo esa tapa de caoba, ni me veo en las valoraciones que escondías en el cajón inferior derecho. Sacas papeles apolillados que huelen a rancio, arrugas fotos de los niños, despliegas un mapa de rutas fallidas y atajos infames. Del cajón superior izquierdo sale ella, envuelta en flores y purpurinas.
Ahora, cuando ya no importa.
Supongo que tanta confesión limpia tu conciencia y me miras de reojo. Esforzándome mucho, rozo el colgante que jamás me quité. Es imposible que lo hayas olvidado. Entonces te veo juguetear con la llave del cajoncito secreto y liberar las mismas hormigas que ambos sentimos aquella tarde bajo la piel.
Ahora ya, por fin, puedo desaparecer.
Los recuerdos de una vida de relación, contenidos simbólicamente en un mueble lleno de recovecos, con ayuda de papeles y fotografías, muestran altibajos, secretos y terceras personas, hijos y amante incluidos.
La mujer se resiste a dejar este mundo sin saber si él recuerda algo más e importante, un momento íntimo y mágico entre los dos, el que les unió. El no lo ha olvidado, ella tampoco. La certeza de que esa vivencia única y especial perdura hace que pueda al fin dar sentido a su vida, concluir su ciclo y descansar.
Un relato condimentado de frases cortas que comienzan con varios «ahora» a destiempo, ya inútiles, excepto el último. Una historia de despedida en el que un momento dichoso parece reinar sobre los amargos.
Un abrazo y suerte, Eva
Tus generosos comentarios siempre hacen que se despejen mis dudas sobre la comprensión de mis textos. Gracias Ángel y un abrazo fuerte
Nunca conoces a nadie del todo, ni siquiera a la pareja con la que has compartido tu vida. Nos has traído la historia de un desencuentro agónico con final feliz, llena de bellas metáforas y escrito con una delicadeza exquisita.
Me ha gustado mucho, mucho, mucho.
Enhorabuena y suerte.
Gracias Rosalía, me encanta que te guste la metáfora. A mí tu comentario me gusta mucho mucho mucho también. Un beso.
Hermoso micro con bellas imágenes, Eva. Dicen que antes de morir todas las imágenes de tu vida pasan delante de ti. En este caso, desfilan los recuerdos guardados en cajones de quien ha estado a nuestro lado. Incluso contiene un secreto doloroso, de ahí el juego tan bien hilado, a mi modo de leer, del título («Secreter»). Y esas hormigas finales…, precioso. Enhorabuena, lo he disfrutado mucho. Suerte, de corazón.
Me alegran enormemente tus palabras, Raúl. Muchas gracias, de corazón, por tu comentario. Un abrazo.
Qué bonito título para contar una historia que puede parecer corriente pero con una forma de escribir que es pura literatura. Te felicito Eva.
Nos leemos.
Gracias Isabel Cristina. Me complace que te guste. Nos leemos. Un beso.
No deja de ser un relato de la generosidad, parce que perdona todo lo que se le ha ocultado o sabía sin certezas. Antes de su ida final valora y se aferra al colgante que los vincula y a un recuerdo de hormigas que aquel día los recorrió a los dos. Muy lírico Eva y generosos, el perdón para morir en paz. Suerte
Está claro que las letras pasan a ser del lector cuando las exponemos a la luz. Me resulta curiosa tu lectura porque nunca estuvo en mi mente escribirlo así, pero eso solo enriquece la historia. Gracias manuel por pasarte por aquí. Un beso enorme.
Precioso relato, Eva como todos los que escribes. Lleno de lirismo, es pura poesía. En él enhebras una historia llena de mentiras, traiciones y desamor, aunque al final sobresalen aquellas hormigas y el colgante que un día les unió. Aunque yo no estoy segura de si finalmente le llega a perdonar. Seguro que la tuya será una de las historias seleccionadas esta temporada. Es tan bella…. Un abrazo inmenso. Gloria
Me alegra que te haya gustado Gloria. En realidad la historia no iba de perdones en mi cabeza, sino de lo que propone la convocatoria, saber que, a pesar de todo, se deja huella, por mínima que sea y escondida que esté. Pero como le decía a Manuel, el texto pertenece ya a cada lector y me alegra que quepan interpretaciones diferentes a la mía. Un beso enorme Gloria y gracias por leerme y tus buenos deseos.
Triste y al final …. Ese recuerdo tierno que lo cambia todo. Me ha parecido muy bonito.Mucha suerte.
Muchas gracias por tu comentario, Marta. Agradecida de que te guste. UN ABRAZO.
Muchas felicidades Eva, me gusta muchísimo. Por lo que cuenta y por cómo lo cuenta, es duro pero también bonito, delicado e íntimo. Qué tono tan mágico le has dado. Enhorabuena!
Gracias Sara, encantadísima de que te guste. Tu comentario sabe muy bien. Un abrazo.
Eva, me llamó la atención el título,»el secreter», y al leerlo no me ha defraudado en absoluto. Al contrario, es uno de los relatos que más me ha gustado. La idea de que el mueble, a pesar de su mudez, nos desvele los secretos de esta pareja es muy acertado. Que la mujer quiera descansar en paz sabiendo todo lo que significó para él da un toque positivo al relato que el lector agradece.
Un placer leerte.
Saludos
Un placer que me comentes, gracias por tus palabras Pilar. Un abrazo
Precioso.
Gracias Carme. <<<<<me complace que te haya gustado. Un beso.