SUGERIR SIN DECIR
Hace tiempo leí que la magia de escribir estaba en lograr que en el lector se crease una imagen que no estuviera explícita en el texto, a partir de la asociación de las ideas que iba leyendo. Para el autor, que no recuerdo quien era ni donde tengo guardada la cita, eso era la verdadera creación literaria. Era más o menos lo mismo que viene a decir (y esta sí la he encontrado), Willa Cather en “La novela démeublée”, relato incuido en su libro Para mayores de cuarenta: Todo aquello que la página nos hace sentir sin haber sido explícitamente nombrado, es lo que, podría decirse, ha sido creado. Es la inexplicable presencia del objeto no nombrado, la insinuación adivinada por el oído pero no oída por él, el espíritu verbal, el aura emocional del hecho o del objeto o de la acción, lo que da gran calidad a la novela o al drama, así como a la poesía.
No se me ocurre un manera mejor de describir lo que he sentido al leer Lágrimas, de Asun Gárate Iguarán, empezando por el título, esas lágrimas que no se mencionan a lo largo del relato, hasta el final, (casi como si se cerrase un círculo), cuando se hace referencia a la cebolla, esa planta que va a hacer llorar, y mucho. ¿Y por qué? Hay tenemos las sugerencias que hemos ido leyendo para poder reconstruir la historia en nuestra cabeza: la mención a la prueba de la amniocentesis, o ese extraño comportamiento de la madre con el hijo que lleva en su vientre, al que no se atreve a querer o no sabe qué hacer con él. Y sobre todo la magnífica imagen de la “primorosa chaquetita de lana a medio tejer”, con lo que nos dice que no solo deseaba a la criatura, sino que sirve de personificación de ese bebé que está esperando, para decirnos que algo no va bien, que no se está desarrollando como debería. Y todo en cien palabras.
Bueno, es así como me gusta disfrutarlo. Pero quizá vosotros tengáis vuestra propia interpretación, si os apetece compartirla…
Concurso: WONDERLAND – Ganador 2ª semana y del primer trimestre de 2014.
(100 palabras justas, excluido título – periodicidad semanal)
LÁGRIMAS, de ASUN GÁRATE IGUARÁN
La mujer se tocó el abultado vientre. Al otro lado de la piel, sintió cómo su bebé se deslizaba buscando una caricia. Retiró las manos rápidamente y empezó a vestirse.
Tras recibir los últimos consejos abandonó la consulta llevándose, arrugadas contra su pecho, la amniocentesis y varias recetas; y por dentro, un amor afligido con el que no sabía qué hacer.
Cuando llegó a casa escondió todo en el cajón, bajo la primorosa chaquetita de lana a medio tejer, y se puso a preparar la cena antes de que llegara su marido del trabajo. Tortilla de patatas. Con mucha cebolla.
Felicidades a Asun por este gran micro en el que detrás de una serie de acciones, se esconden los sentimientos encontrados de la protagonista, que los lectores descubrimos en lo que parecen ser detalles nimios: la retirada de las manos sobre el vientre, la chaquetita de lana a medio tejer, la cebolla que justificará tantas lágrimas…
Eres una maestra en la utilización de detalles pequeños para expresar grandes cosas. Y es que en los micros, es tan importante lo que se dice como lo que solo se deja intuir, de ahí la necesaria complicidad con el lector.
Asun supo de manera magistral(sugiriendo ) transmitir la angustia de la protagonista al enfrentarse a ese tremendo dilema. No quisiera encontrarme en su piel ni en el de las mujeres con el mismo «problema».
Como siempre, Rafa, muy bien introducido el micro de Asun y la imagen me acongoja.
Un saludo.
Me encanta el micro, Asun, qué maravilla!!, y Rafa que maravillosa introducción al texto, sugerir, pinceladas que nos crean el cuadro en la pintura. Gracias a ambos, creo que los comentarios anteriores lo dicen todo.
Es precioso y tan triste que me ha dejado apenada. Mucha sensibilidad y maestría. Felicidades y abrazo,Asun.
Igualmente,Rafa.
Lo primero decir que esta sección me está pareciendo todo un regalo. Una exquisitez lo bien que elige Rafa los textos, lo instructivo y cristalino de sus comentarios y el placer que da leer estos micros ganadores. Este de Asun destila un gusto extraordinario en cómo está tratado el tema y lo que más me gusta es que lo cierra con el título, sin entrar en la decisión de la mujer. El cierre con la cebolla es impecable.
Gracias a todos por los comentarios. Me he sentido emocionada y halagada.
Rafa, no sé qué decirte, tus palabras sobre mi relato son tan generosas… Para mí es todo un honor que lo hayas elegido, me has hecho un regalo que no olvidaré. Y te felicito por tu sección, tu trabajo es fantástico.
Un apunte sobre mi relato: cuando lo escribí, la 1ª «mitad» me resultó fácil. En cambio, en la 2ª mitad, me costó bastante decidir cuál iba a ser la reacción de la mujer al llegar a casa. Ella había querido tener un bebé, pero ¿un bebé con síndrome de Down? ¿Qué iba a hacer? ¿Tenerlo o no tenerlo? Lo que he querido contar es que la mujer aún no sabe qué va a hacer, es una decisión muy dura (decida lo que decida) que no puede tomar inmediatamente, que debe meditar. Pero ese no es el conflicto del relato. Para mí, el meollo del relato es que no quiere contárselo a su marido. ¿Porqué? Creo que pueden existir varias razones para ello: Porque quiere asimilar la noticia ella sola antes de comunicársela a él, porque no quiere decirle nada hasta no saber ella misma qué decisión va a tomar, porque no se lo va a decir nunca (para que él no le pida que aborte)… Desde luego -al menos de momento y luego quién sabe-, ella está dejando al margen a su marido, parece ser que cree que es un asunto que le concierne más a ella que a él. Eso nos indica el carácter de esa mujer y revela una relación poco sólida entre la pareja… Con intención de expresar todo esto es por lo que utilizo el verbo «escondió» en lugar de «guardó».
Un saludo.
Asun, pues mira. El relato, como todos los tuyos es impecable. Y yo, desde el principio al final, lo que he visto es una historia de desamor. Un matrimonio infeliz al que ahora se suma una nueva preocupación. Porque me da la sensación de que, haga lo que haga, la decisión es suya y solo suya e, incluso en esa caricia reprimida, veo un embarazo no demasiado feliz ya desde antes. Incluso el hecho de que la chaquetita ya estuviese en un cajón… no se, no se. Lo peor no va a ser el crío, sino el marido.
Abrazo.
Es un matiz relevante, Asun, lo de esconder y no guardar. Pero ese verbo también puede significar que esconde todo en el cajón para no verlo ELLA misma, todavía no ha procesado interiormente los resultados de la amniocentésis.
Cualquiera de las dos lecturas tiene mucha fuerza y valor, y como dije antes, deja al lector en ascuas ante su futura decisión.
Es tan absolutamente bello este relato, tan magníficamente acabado con esas lágrimas sin contar, que otro de los que me guardo para mis cosas personales de los amigos.Bravo Asun.
Decís cosas tan bonitas del relato que empiezo a sentir que ya no es mío, sino vuestro. Me hace feliz que haya salido de mí y se haya alojado en vuestros corazoncitos. Gracias a todos.
Asun, indudablemente se ve el silencio de la mujer. Pudiera ser que tenga aún que encontrarse ella, para poder verbalizarlo. Pudiera ser que le parezca tan atroz tomar una decisión negativa, que no se atreva a afrontarlo porque realmente es una gran y dura decisión. Pudiera ser porque puede sentirse ella la responsable, por ser la que lo gesta. Todo eso y más pudiera ser, es por eso que supongo te costó más resolverlo, y a la vez lo hace tan perfecto en su final abierto.
Abrazo.
Excelente. No necesito decir más.
Abracísimos.
Asun, me ha parecido muy interesante que nos desveles tus «apuntes» a la hora de escribir el relato. Es como meterse en la cabeza del autor para seguir su (en este caso tu) proceso creativo.
Un abrazo.
Y gracias por vuestras palabras hacia esta sección de ENTC. Aquí los protagonistas serán siempre los textos ganadores, que bien merecido se lo tienen.
Abrazos para todos.