23. Estigmas (Susana Revuelta)
Se le encogía a uno el alma al oír sollozar a aquel paciente, sus aullidos eran de auténtico pavor. ―Fíjese ―hipaba muy alterado, poniéndose de rodillas sobre la cama de cara a la pared, levantándose hasta el cuello el camisón― en los latigazos de la espalda. Y mire la llaga que me hicieron con la punta de una lanza ―desvariaba señalándose el costado―. Y estos agujeros ―proseguía, casi ronco, mostrándome la palma de las manos― son de cuando me clavaron a la estaca.
En medicina lo llamamos síndrome post-UCI. Ocurre a veces que al despertar del coma sufren alucinaciones y ataques de pánico. Yo intentaba calmarlo, enseñándole con un espejo el torso, los pies, para que viera que solo había sido un mal sueño. Pero mientras le enjugaba la frente empapada en sudor, descubrí espantado una espina clavada en su sien.
Muy bueno, Susana. Cómo llevas al lector a sospechar la identidad del protagonista en primera instancia, para luego convencerle de que todo es falso, y al final dar ese golpe de efecto tan magistral. Enhorabuena y suerte.
Exacto, no lo hubiera descrito mejor.
Suerte, Susana.
De pensar que tu protagonista sufre algún tipo de trastorno psicológico, a hacernos pensar que le juzgamos demasiado a la ligera, todo por una pequeña espina. Ni a los del CSI se les hubiera ocurrido introducir una duda sobre la veesión oficial de forma tan sutil.
Un abrazo y suerte, Susana.
En efecto, Susana, nos vas guiando de forma magistral por ese recorrido entre las quejas del paciente y sus presuntas alucinaciones, hasta el desenlace final que deja al doctor espantado.
Un abrazo y suerte.
Me ha gustado mucho ese golpe de efecto final. Mucha 🍀
Una pirueta final que nos confirma su existencia. De tan inmortal se le han curado casi todas las heridas, pero algo le queda, una espina que aún le hace revivir todo el asunto. Bravo interesante relato Susana, suerte
Muy original Susana, mantiene el interés hasta el final. Me encanta, enhorabuena
Hola Susana, me ha gustado tu historia. Muy sugestivo e inesperado el final.
¡Saludos!
Subrayo los comentarios hechps por los compañeros. Consigues hacernos dudar sobre la identidad de tu protagonista hasta en tres ocasiones y al final esa simple espinita nos sitúa y nos explica cual es su verdadera realidad. Un abrazo inmenso, Susana.