41. TREPADORA INMORTAL (Mariángeles Abelli Bonardi)
Cuando me encontró, era apenas un podo que otra persona hubiera ignorado, e incluso, llegado a pisar. Su alma de bióloga pudo más y así, tras ponerme en agua, comencé a crecer hasta rodear el interior de su cocina.
Mientras estudiaba, supo que puedo resistir meses sin ser regada y vivir hasta mil años. Que me usan en la industria farmacéutica, y que bebida en un té, curo la tos e infecciones respiratorias.
Ya recibida, con el título en mano y a punto de volver a su provincia, no tuvo corazón para dejarme, y tras plantarme en su jardín, no hubo ladrillo o pared que yo no cubriera de verde, pero como siempre, no me alcanzó: por eso, una noche, con la luna a mi favor y la casa en silencio, me arrastré despacio hasta su escritorio, donde me halló a la mañana siguiente, tapizando el protector de pantalla, aferrada al teclado con mis hojas de hiedra.
Esta planta tiene todas las papeletas para perdurar en el tiempo. no cabe duda-
Una historia tan original como escalofriante.
Un abrazo y suerte, Mariángeles
La verdad que sí, Ángel… ¿Quién pensaría que una planta que fue cortada y casi pisada tendría esa persistencia de sobrevivir, de perdurar, incluso hasta el punto de causar pavor en personajes y lectores por igual? Dejando lo escalofriante de lado, creo que más de uno debería aprender de esta planta, jaja.
Qué gusto que tan sencillo relato te parezca original, amigo.
Besos patagónicos😘😘
Mariángeles😇😇
Mariángeles, estoy dándole vueltas a tu micro, y lo que más me inquieta es que haya sido la misma hiedra la que haya llegado hasta la pantalla y el teclado para escribir este relato. Muy original
Un abrazo y suerte.
Hola, Rosalía. Eso de «darle vueltas al relato» me remitió a la hiedra rodeando el interior de la cocina, jaja, y sí, creo totalmente que se arrastró hasta la pantalla y el teclado para escribir ella misma la historia…
Qué gusto que el micro te parezca original.
Más abrazos y suerte para vos🤗🤗
Mariángeles😇😇
Si realmente original. La hiedra tiene un poder increible,.En casa no la regamos y se obstina en vivir aguantando las temperaturas exageradas de mi ciudad. Es una planta poderosa y obstinada.
Tu hiedra tiene algo.de domestica, como un perrito aferrado a su ama. Una planta con personalidad..
Chulo.
Hola, Rosa. Eso de que la hiedra sea como un perrito aferrado a su ama me pareció muy chulo, como decís vos, y entre nos, te cuento que más allá de lo que hace en el micro, en realidad existe: la bióloga es mi hermana, y la hiedra todavía tapiza el frente y el fondo de la casa de mi mamá, y creo que en lo obstinada tu hiedra se le parece bastante (regala, pobrecita, jaja).
Qué gusto que te parezca original el micro.
Besos😘😘😇😇
Preciosa esa forma de trepar y enredarse en el corazón de una científica. Muy hermoso el micro. Enhorabuena y un placer leerte
¡Muchas gracias, Alberto! El placer es mío, y qué gusto que el micro te parezca precioso… y si de científicas hablamos, no creo que haya una que pueda resistirse a una planta, más si tiene «mano verde», como decimos por acá…
Besos desde la Patagonia Argentina😘😘😇😇
Hola, Mariángeles, conozco de cerca el potencial de esta planta para crecer, trepar y conquistar diferentes espacios. Con el tiempo sus tallos se vuelven gruesos y leñosos y para deshacerte de ella hay que recurrir a la sierra. Lo he visto hace poco en la casa de campo de una sobrina. La hiedra de tu micro, además, ha sido capaz de adquirir intelecto y habilidad para manejar el ordenador y contarnos su vida. De momento es muy fiel a su dueña, esperemos que siga así y no se enfade con ella, visto lo visto no quiero pensar qué sería capaz de hacer… Enhorabuena por esta propuesta tan imaginativa e inquietante. Besos y suerte.
Hola, Juana. Qué gusto que el micro sea de tu agrado, así te parezca inquietante… Es cierto que no da lo mismo una «plantita» que podemos plantar a nuestro antojo (valga la redundancia) a una que desarrolla intelecto y decide de motu proprio entrar a la casa y apropiarse de la compu para escribir su historia, por cierto que da miedito, y mucho, jaja…
Con respecto a lo que contás de la hiedra de tu sobrina, con la del patio de mi mamá pasó algo parecido; había empezado a descolgarse por la tapia del vecino, pero al parecer el señor tenía otras ideas y un día la encontramos cortajeada y descolgada del muro… en fin, hojas más, hojas menos, no morirá del todo porque queda inmortalizada en el micro…
Como siempre, un placer leerte.
Besos y suerte para vos😘😘
Mariángeles😇😇
Hola, mi estimada Mariángles.
Detecto últimamente en tus relatos una vena poética que me gusta mucho. Esa hiedra podría ser metáfora de muchas cosas. Permíteme una interpretación bastante libre de tu relato. Yo me he imaginado esa enredadera trepando hasta alcanzar la pantalla del ordenador y luego el teclado y he querido ver en ese proceso reflejado el duro camino de un escritor hasta alcanzar su sueño de transcender a través de sus escritos.
Espero que te haya gustado esta reinterpretación y, como siempre, te envío mis mejores deseos y mis más afectuosos y cálidos saludos.
Querido Barceló: la reinterpretación que hacés de la historia está más que permitida, y más allá de lo poético que te haya resultado el micro, lo que más me gusta es que no te ha dejado indiferente, pues ¿acaso no es eso, en esencia, al fin y al cabo, trascender a través de los propios escritos? Leo tu amable comentario, y puedo decir que es un sueño cumplido.
Como siempre, un placer leerte.
Besos y suerte para vos,
Mariángeles😇😇