64. El heredero (Juana María Igarreta)
El tío Martín irrumpió en nuestras vidas después de muerto y de treinta años sin verlo. Un martes de noviembre la voz llorosa de la tía Soledad, octogenaria y delicada de salud, nos pedía ayuda a través del hilo telefónico. Su último hermano vivo había fallecido repentinamente. Las escasas noticias que durante décadas nos llegaron de él fueron dibujando el perfil de un ser enigmático, en el que las palabras raro y solitario resaltaban en trazo más grueso.
Enfrentarnos al vaciado del ingente y variopinto contenido de la casa de aquel familiar fue, a la par que un trabajo ímprobo, desvelar de golpe toda una vida. Sus interminables colecciones de libros y música hablaban por él. Sus fotos más antiguas nos permitieron poner cara a algunos de nuestros ancestros a los que nunca habíamos visto. Pero fue su extensa correspondencia, sacando a la luz relaciones varias e insospechadas, la que nos permitió conocerlo más en profundidad.
No dimos con la copia del testamento del que la tía aseguraba le había hablado su hermano en más de una ocasión. Apareció sorpresivamente entre las manos de un apuesto cuarentón, réplica del tío Martín en sus mejores años.
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Has creado un personaje de lo más interesante, por el halo de misterio que lo rodea. Incluso en el caso de una persona tan reservada, algo queda de él una vez fallecido, una vida al fin revelada tan intensa como secreta, oculta bajo un manto de discreción, que en nuy buena parte pudo venir dado por una sociedad intransigente hacia seres humanos wue solo tratan, como todos, de ser felices conforme a su naturaleza.
Un abrazo y suerte, Juana
Hola,Ángel, me alegra haber conseguido que el personaje del tío Martín resulte interesante. Sobre lo del halo de misterio que suele rodear a las personas solitarias, suele surgir, más que por lo que sabemos, por lo que imaginamos de ellas. Muchísimas gracias por tus siempre atinadas palabras. Otro abrazo para ti.
Has creado un personaje de lo más interesante, por el halo de misterio que lo rodea. Incluso en el caso de una persona tan reservada, algo queda de él una vez fallecido, una vida al fin revelada tan intensa como secreta, oculta bajo un manto de discreción, que en nuy buena parte pudo venir dado por una sociedad intransigente hacia seres humanos wue solo tratan, como todos, de ser felices conforme a su naturaleza.
Un abrazo y suerte, Juana
Hola, Juana. Como decimos aquí en Argentina, flor de «tapadito» que resultó el tío Martín, que de raro y solitario al final resultó tener bien poco, jaja… Lo que más me ha gustado del micro es cómo se va dibujando la silueta, personalidad, y vida del tío, a través de la descripción de sus pertenencias a medida que aparecen en escena, y también de su hermana y parientes, que lo que menos buscan son esas pertenencias… La sorpresa final de la copia del testamento en manos de ese apuesto cuarentón «réplica del tío Martín en sus mejores años» cierra el texto con broche de oro.
Felicidades por este micro interesante, redondo, y sin fisuras.
Cariños,
Mariángeles
Hola, Mariángeles, abrumada estoy de todo lo bueno que te sugiere el micro. Sí, quería que a través de los objetos encontrados en su casa se descubriera al enigmático tío Martín, y que de alguna manera su vida sorprendiera. El heredero con el testamento en la mano me sorprendió primero a mí, ya que tenía pensado otro final para el micro. Es lo que tiene hurgar en la imaginación. Mil gracias y besos para ti.
El tío Martín, ese ser raro y solitario, escondía un secreto
(o no) que parece haber descolocado a la familia tras su muerte, sobre todo cuando el testamento que buscaban ha aparecido en otras manos. Creo que este hecho hará que el tío Martin, después de treinta años apartado en el olvido interesado, sea para siempre recordado. Mucha suerte con este relato tan bien contado. Un abrazo, Juana 🤗
Hola, María José, tienes razón, una sorpresa así no es fácil de olvidar en una familia. Qué bien que lo valores como «bien contado», me ilusiona leerlo de alguien que escribe tan bien. Muchísimas gracias y otro abrazo para ti.
Me gustan los personajes misteriosos porque se pueden ir desvelando su vida y su personalidad a medida que transcurre la historia. Tú lo haces de manera magistral, hasta llevarnos a la sorpresa final. Muy buen micro.
Un abrazo y suerte.
Hola, Rosalía, qué bien que te guste cómo he desvelado la vida del protagonista, y qué agradable sorpresa que me lo digas, valorando tan generosamente el micro. Agradezco mucho tu visita y comentario. Otro abrazo para ti.
Ese buscar en los recuerdos de un ser, aparentemente desaparecido, crea un halo de misterio y aventura muy interesante.Suerte Juana
Hola, Manuel, celebro que te parezca interesante el halo de misterio que rodea la vida del»tío Martín». Y mil gracias por pasarte y comentármelo. Un abrazo.