52. The End (Nuria Rodríguez)
Había calculado que mi cuerpo tardaría aproximadamente cinco segundos en impactar contra el suelo desde aquel décimo piso.
Parece poco tiempo, un abrir y cerrar de ojos, apenas un suspiro, sin embargo, fueron los cinco segundos más largos de mi miserable vida.
Es cierto aquello que dicen, sí, ves pasar toda tu vida en secuencias rápidas, tanto que, más que mi historia, me pareció estar viendo el show de Benny Hill, hasta la famosa musiquita pude escuchar.
Pero este show no me hizo gracia, por el contrario, me produjo una sensación de tristeza difícil de definir.
Tristeza, por la vida desafortunada que me tocó, por la desgracia de nacer en el lado malo, ese que la mayoría, solo podéis ver en películas sombrías.
Pensaréis que podría haber hecho algo para cambiar mi historia, pero creedme si os digo que nunca tuve la más mínima oportunidad.
Justo antes del final, me atreví a pedir a un Dios que me había ignorado toda la vida, que, en la próxima, me otorgara otro papel, a poder ser de radiante protagonista en una de esas películas con preciosos decorados y en las que siempre, parece brillar el sol.
«Nacer en el lado malo», algo que es inevitable pensar al ver a un mendigo; a personas que lo arriesgan todo en travesías inciertas para intentarse cambiar al lado amable, el de las oportunidades;, cuando vemos a niños mutilados, sin padres, por una desdicha, como un bombardeo, que ni merecen ni entienden.
Para suicidarse hace falta valor, hay quien opina, al contrario que es un acto de cobardía. Nadie tiene potestad para juzgar a tu protagonista, solo él sabe lo que ha sufrido para querer teminar con su padecimiento de un plumazo e intentar, con desesperada esperanza, pero esperanza al cabo, comenzar de nuevo, con unas cartas mejores.
Un relato profundo, que llama a mucha reflexión, como la que sucede durante esos cinco productivos segundos en los que transcurre.
Un abrazo grande y suerte, Nuria
Hola Nuria, compi,
te has marcado un down en caida libre. La de cosas que pueden pasar en tan pocos segundos, incluso cuando has decidido lanzarte al vacío. Vacío que ya antes este personaje tenía y que no ha podido llenar con nada que le haga redimirse y salvarse en la vida. Me quedé con la intriga de saber ese lado malo , quizás no lo era tanto. Suerte y abrazos.
¿Cuál es realmente el lado malo, cuál el bueno? Eso que dice Manuel, quizás el lado malo no lo era tanto, dependiendo del color con el que se mira. Un fin muy bien relatado, Nuria. Saludos
Por desgracia, el lado en que nacemos y las circunstancias que nos rodean van a marcar nuestras vidas. Cierto que hay quien consigue salir, normalmente con mucho esfuerzo por su parte. Y también quien nace en una película en la que siempre brilla el sol y acaba deslizándose hacia el lado malo, arruinando su vida, a pesar de haberlo tenido todo de su parte. O quizás precisamente por eso, por tenerlo todo no se valora. Pero eso sería ya tema para otro relato.
En cualquier caso, le deseo a tu protagonista que en la siguiente vida le vaya infinitamente mejor.
Un abrazo y suerte.