05. UNA MORENA Y UNA RUBIA (Ángel Saiz Mora)
El nuestro era un amor platónico.
Nunca quisimos entregarnos del todo en una relación, por un justificado temor a los riesgos. Al volver a casa la buscaba. Laura, juguetona, solía corretear sin dejar de retarme en un juego del escondite que tendía al infinito. Era emocionante ver su estela de oro aparecer y desvanecerse, como polvo de hadas.
Fue un accidente doméstico.
Un mal paso por mi parte se convirtió en un problema de peso, que le produjo un daño irreparable. Mi especial relación con Laura terminó de la peor manera. Su cuerpo delicado ahora abona los rosales al amparo de la noche. No hubo testigos del sepelio, nadie lo hubiera entendido. Un torrente de lágrimas empapó la tierra.
No sé estar solo.
Teresa me ayuda a sobrellevar el duelo. También es tímida, pero su piel oscura y esa belleza tropical resultan excitantes. A Laura era yo quien temía hacerle daño, como así sucedió. Con Teresa, un día será ella quien me lo cause, mientras veo una serie sentado en el sillón, o dormito. Su veneno de mamba negra es letal, pero antes de quedar paralizado espero tener fuerzas para sepultarme en el jardín, cerca de mi querida cucaracha.
Vaya historia, llegar al final sorprende por los personajes y nos deja si palabras, pero el amor incondicional es así sin lugar a dudas.
Tremeda historia Ángel,un abrazo y suerte!
Entre los millones de seres humanos que poblamos el planeta puede que haya alguno que prefiera la compañía de otros especímenes que a la mayoría le producen repulsión, antes que la de los que le serían propios. La mente es complicada y cada individuo es un mundo. Si es así, quién niega que pudiera darse algo parecido a un sentimiento entre ejemplares distintos. Hay quien quiere más a su perro, o a su gato, que a su vecino o a su cuñado.
Muchas gracias, Moli.
Un abrazo
¡Qué bueno Ángel! En las primeras líneas se intuye que «algo raro» pasa pero consigues dejarlo en el aire hasta casi el final. La segunda lectura, con todo encajado, la he hecho con una sonrisa en los labios. Y el título le pone el gran colofón. No podría estar mejor hilado. ¡Muchas felicidades y mucha suerte!
Nadie puede negarle a este hombre su especial relación con una morena y con una rubia, como las de la célebre zarzuela, otra cosa son los detalles, que no son menores, ya lo dice el refrán, que en ellos está el diablo.
Me alegra que te guste, Sara.
Muchas gracias y un abrazo
Jajaja! Creo que tu personaje debería replantearse su elección de mascotas, Ángel.
Muy bien llevado el relato, sin que se sospeche hasta esa última frase que la morena y la rubia no eran mujeres, y muy bien elegido el título, que colabora a mantener el engaño hasta el final.
Mucha suerte y Feliz Año, compi.
Si tiende a encapricharse de forma profunda de sus mascotas, sí que debería elegirlas mejor. Lo primero, que fuesen menos frágiles; lo segundo, menos peligrosas. Si su elección hubiese sido un conejito/a otro gallo le hubiera cantado.
Muchas gracias, Ana María.
Feliz Año también para ti y un abrazo
Estimado Ángel,tu relato me ha parecido muy original con ese juego con el lector que nos haces creer una cosa para desvelarnos al final algo completamente inesperado. Brillante. Desde luego muy bien elegido el tema en relación con Kalopsia porque enamorarse de una cucaracha…Mucha suerte. Nos seguimos leyendo. Un abrazo
Enamorarse de una cucaracha es para hacérselo ver, sin duda, pero ya sabes, hay gente para todo. Otros arriesgan su vida en escalar una peligrosa montaña, o consumen su tiempo delante de cualquier cosa que emitan por televisión. A otros nos da por escribir. Yo te agradezco que tú lo hagas, para poder leerte gustoso, como también que me leas a mí.
Un abrazo, Fernando
Un micro interesante con un final impresionante, inesperado y muy muy imposible. Lo he disfrutado.
Nos leemos
Difícil que le muerda una serpiente venenosa al protagonista no lo es mucho, otra cosa es que él ponga los medios y el deseo para que le suceda, pero ya sabes, la literatura convierte en posible lo que no lo es, de ahí su magia.
muchas gracias, Isabel Cristina
Un abrazo
Son encantadoras esa rubia y esa morocha, leídas en clave de cuento de hadas, y entonces llegamos al último párrafo y todo se resignifica: quién es quién, por qué el protagonista temía dañar a una y ser dañado por la otra, qué pasó con una y podría llegar a pasar con la otra… La kalopsia representada en dos «bellezas», una cucaracha y una mamba negra, no es algo que se ve todos los días…
Como siempre, un placer leerte, Ángel, me encantó.
Besos desde el verano argentino 😘😘😇😇
Este personaje, desde luego, es peculiar. Solo alguien diferente podría desarrollar una atracción tan singular, desencadenante de situaciones diferentes y poco vistas. Él ve belleza donde los demás perciben lo contrario.
Me alegra que te guste, Mariángeles, y agradezco infinito tu lectura.
Un abrazo desde el invierno español.
Vaya historia kafkiana, Ángel. Divertida y sorprendente, porque al principio pensaba que se trataba de un asesino en serie que enterraba a sus amores en el jardín.
Casi mejor tu final, total, para gustos, colores, aunque yo le
recomendaría ir a terapia, jaja.
Un abrazo y suerte!
Asesino no se le puede considerar, rarito si. Un poco de vida social con los de su especie no le vendría mal, a ver si se da cuenta antes de que le muerda la serpiente.
Muchas gracias y un abrazo, Rosalía.
Hola, Ángel. Feliz año.
Está claro que tu relato se ajusta al máximo al significado de ese término tan sonoro: kalopsia. Creo, haciendo un análisis profundo de ese extraño sentiento de cariño de tu protagonista por esos seres tan estrambóticos, que lo que más le seduce es que sabe a la perfección lo que puede esperar de ellos y los acepta así, tal y como son.
No es tan raro que bichos (dicho sin ánimo despectivo) como estos despierten el interés de las personas, no ya así un sentiento como el que aquí, permíteme decirlo, de forma tan bien llevada y sorpresiva, nos describes.
Empiezas el año en forma, mi querido amigo y tocayo. Un cálido abrazo.
Hay que querer al resto de seres vivos sin pretender cambiarlos. Este personaje tiene unos gustos un tanto particulares, pero también es respetuoso con quien es objeto de su interés, lo que no implica que, dadas la diferencia abismal entre especies, no se produzcan accidentes.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras. Mientras quedo a la espera de tu relato, te mando, querido tocayo, un abrazo y mis mejores deseos para el nuevo año.
Hola Ángel. Pobre Laura (por cierto, un nombre genial para una cucaracha dorada), y pobre Teresa, esperemos que controle su instinto mordedor y no se quede sola y con sentimiento de culpa.
Tú curiosa y tierna historia creo que podría ilustrar bastantes historias reales de amor triangular.
Un abrazo fuerte y suerte, Ángel
Un amor triangular entre especies. Los sentimientos del protagonista humano los tenemos claro, no tanto lo de sus más que queridas y especiales mascotas. Teresa puede que le haga un favor sinle muerde, o tal vez no.
Muchas gracias por leer y comentar, Alberto. Otro abrazo fuerte para ti.
Qué bueno, Ángel. Había imaginado cualquier de vivo menos los elegidos por ti. Me han hecho gracia los nombres elegidos, tan bonitos, tan inocentes a simple vista. Es un micro muy potente, con muchos elementos que contribuyen a ese toque sentimental y a la vez misterioso.
Me he encantado, Ángel. Felicidades.
Un abrazo.
A las mascotas se les ponen nombres cariñosos. Los elegidos por el protagonista, humanamente femeninos, denotan la importancia que les daba al insecto y al reptil; como también, que sobre cariños no hay nada escrito.
Me alegra mucho que te guste, Mercedes.
Otro abrazo para ti.
De repente algo hizo «click» y la relación con la cucaracha se rompió. Ya decía mi abuela que hay gente para todo. Muy bueno,Ángel.
Algo hizo «click» de forma literal. Entre seres humanos pasan también edtas cosas, pero de manera más lenta.
Gracias por leer, Lucas.
Un abrazo
Hola Angelote,
Pues mira que para rarezas te has sacado una buena del rincón de tu cabeza donde llegan bichitos para sacar un texto divertido que encaja con el tema y que en el fondo lanza un mensaje de soledad muy duro. Como siepre a la altura.
UN abrazo, suerte
La soledad es el tema principal de fondo, quizá también un poco la incapacidad para socializar.
Gracias, Manuel. Un abrazo
Ángel tu relato se adapta muy bien al tema que nos ocupa de la kalopsia. Ese personaje tan rarito ve belleza en donde el resto de los humanos vemos fealdad. Aunque lo mejor es cómo lo cuentas, cómo mantienes la intriga hasta el final y ese toque guasón que le has dado al título. Estupendo e imaginativo relato.
Un abrazo
Hay quien no se deja llevar por los mismos prejuicios que la mayoría, siendo capaces, como bien dices, de encontrar belleza y hasta algo más donde otros solo pueden o saben ver lo contrario.
Muchas gracias y un abrazo, Pilar.
Puede resultar asombrosa la variedad de conductas y relaciones que se esconden bajo los tejados de la cuidad. Algunas de ellas, por extrañas, podrían no ser comprendidas por resto, independientemente de que lleguen a ser más auténticas y gratificantes que las más convencionales. En el caso de tus personajes el problema reside en el peligro natural que supone la disparidad de sus naturalezas. Aunque el amor resplandece en ellas verdadero y a prueba de todo. Un relato tierno y entrañable, pero sobre todo original. Mucha suerte con él, amigo Ángel. Un fuerte abrazo
Hay muchos tipos de amor, o de algo que se le parece. Y sobre lo de la interacción entre especies ya sabes aquello de «cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro». El caso es que este hombre veía belleza donde otros solo perciben frialdad, un personaje peculiar, pero como todo, reapetable, alguien que lamenta terminar con un insecto al que ha tomado especial afecto es, como poco, sensible.
Muchas gracias, Enrique. Otro abrazo fuerte para ti.
Ángel, hola. Has sabido contar un sentimiento -extraño- en una relación, aparentemente romántica-platónica, con mucha ternura y delicadeza. Tu historia es sorprendente y original.
Suerte y abrazos.
Una relación que solo podía ser platónica. Una atracción poco corriente que, desde fuera puede parecer estrafalaria, pwro desde el punto de vista del personaje es otra cosa.
Muchas gracias por leer Calamanda. Abrazos
Un micro con una vuelta de tuerca inquietante que nos sumerge en la psicosis que una desesperante soledad puede provocar en algunas personas. Enhorabuena,querido Angel, por sorprendernos con un relato una vez más. Un abrazo, amigo.
Entre las posibles interpretaciones del relato, una de ellaa, si no la principal, es la soledad, motor de la motivación del personaje.
Muchas gracias, Puri.
Un abrazo
Muy original tu relato y especialmente ese final inesperado que nos hace entender que estábamos equivocados en cuanto a la identodad de lis personajes. Bravo, querido Ángel. Una vez más tu maestría nos deja sin habla y con una sonrisa en los labios. Un abrazo. Gloria
Hola, Ángel, qué bien nos has engañado hasta el final.Un relato original a más no poder. Quién sabe si habrá algún ser así de rarito, capaz de enamorarse de esas criaturas tan,a nuestros ojos,poco atractivas.No tenía ni idea de qué era una mamba negra. Siempre se aprende algo nuevo. Me encanta tu propuesta. Suerte y un abrazo.
Dicen que hay gente para todo, esa es la gracia de los seres humanos, su diversidad, o pluralidad, también, su complicación, eso les hace, o nos hace, interesantes. Quién sabe si no existirá un individuo semejante, más raritos los hemos visto.
Muchas gracias y un abrazo, Juana.
Hola, Ángel, si hay algo que me gusta de tu micro, aparte de la historia, por tan fabulosa como divertida (a mí me ha sacado varias sonrisas), es cómo lo construyes. De diez.
Mucha suerte y un abrazo grande.
Un inividuo tan peculiar da mucho de sí. De tener algún mérito esta pequeña historia es suyo, aunque sin desdeñar tampoco a Laura y a Teresa.
Muchas gracias, Rosy.
Otro abrazo grande para ti.
Un relato hilvanado a lomos de la soledad con condimento de intriga y un final sorprendente y genial. Un abrazo, Ángel.
Por mucha empatía, o sentimientos, que se tengan hacia los animales, tanto tiempo dedicado a ellos denota una soledad que ha de llenarse con algo. Este personaje no se molestó en buscar, adoptó lo que tenía más a mano, aunque se tratase de un insecto que no inspira mucho cariño, más bien al contrario.
Agradezco mucho tus palabras y ru lectura, Salvador. Un abrazo
Me ha parecido original la manera de acompañar al lector con esas tres frases que dan paso a los tres párrafos del micro. El relato genera expectativas y consigues sugerir con fuerza que hay un secreto, pero no desvelar cuál es. Los nombres de Laura y Teresa ayudan a mantenerlo hasta el final. Para llenar la soledad, a veces somos capaces de crear mundos irreales. Enhorabuena, Ángel.
Un abrazo y suerte.
Ángel, has construido un relato doblemente delirante. De la utopía amorosa de una relación más enfermiza que repugnante, al insensato consuelo en una pasión sin final feliz posible.
Relato bien conducido y dosificado, con esa forma de contar tan tuya donde la sencillez solo es aparente y donde la historia siempre crece en lecturas sucesivas.
Lo dicho, qué bueno regresar a los viejos lugares para encontrar la frescura del talento.
Un abrazo, Ángel. Ya veo que, aunque pase el tiempo, sigues en plena forma.
Hola Ángel, menudo relato. El título le va que ni pintado. Nunca he tenido mascotas y por tanto no sé hasta dónde puede llegar una relación de este tipo. Para ser platónica la del protagonista no parece la más ideal y acaba como acaba. Absolutamente sorprendente el desenlace. Muchas suerte y un abrazo.
Qué maravilla de micro, con un cierre como debe ser, haciendo que todas las migas de pan dejadas antes adquieran significado en la última palabra. Bravo. Mucha suerte, maestro, y un fuerte abrazo